sábado, 26 de mayo de 2012

Con María...esperado Pentecostés

Autor: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net
Con María...esperado Pentecostés
¿Cómo reconoceré la Espíritu Santo, Señora? Porque Él te dará la fuerza que necesites para cumplir la Voluntad de Dios.
 
Con María...esperado Pentecostés
Aquí te espero, Señora mía, en este punto de mi vida y unos días antes de Pentecostés para que tú, Madre querida, me enseñes, me expliques, me acompañes a recibir al que nos ha prometido Jesús…

Quiero encontrarte hoy Señora, mas, ¿dónde te busco?… mi alma comienza a susurrarte amorosamente un Ave María: Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo… Sí, Madre, el Señor es contigo y eres llena de gracia… llena de gracia, esa gracia que enamora al mismo Dios, y ha sido sembrada en tu alma por el Espíritu Santo… tú le conoces bien, Señora, háblanos de El…

Y mi corazón te busca, y tú, siempre atenta, te llegas a mi alma y a mis sueños y me cuentas… me enseñas… me amas…

- Hija querida, para que tu corazón entienda lo que significa albergar al Espíritu Santo, lo primero y mas necesario es que sea un corazón de puertas abiertas… un corazón que espera, un corazón que confía mas allá de los límites, un corazón que pide a Jesús a cada instante "Señor, aumenta mi fe"…

- Es bien cierto Señora, tú has hallado gracia delante de Dios por tu oración silenciosa, perseverante, confiadísima, y por tus virtudes, delicadamente sembradas en el alma de quien debía recibir al Salvador del mundo, y aceptadas por ti con alegría, y vividas con fe, no como carga u obligación, sino como signo de amor… Señora, tú conoces bien al Espíritu… no en vano la Iglesia nos dice que eres su fiel esposa…

- Así es hija, el Espíritu llego a mí el día de la Encarnación como propuesta de amor… Y me inundó el alma… mi vida no fue la misma a partir de aquel día, es que las personas ya no son las mismas luego que El entra en sus almas…

- ¿Cómo es esto, Señora? ¿Cómo sabemos que El ha llegado a nuestra alma?, lo sabemos por fe, sí, que lo hemos recibido en el Bautismo y en la Confirmación, pero… ¿como nos damos cuenta en nuestra vida diaria, en la rutina, de que nos estamos dejando guiar por El o si hacemos oídos sordos a sus consejos, a las santas inclinaciones que sugiere a nuestra alma?

- No eres la primera que me hace esta pregunta… Hace ya tiempo me la hizo Tomas… sí, Tomas, el Mellizo, el Apóstol, el que no había creído cuando Jesús se presentó a sus compañeros…, pero ven, vamos a Jerusalén, así lo ves por ti misma…

Mi corazón cierra los ojos al mundo y te sigue, es una sensación hermosa, seguirte, adondequiera que vayas, seguirte, no hay camino más hermoso, María, no hay camino mas seguro…

Jerusalén se presenta ante nuestros ojos quieto y sin ruido, apenas está por salir el sol, uno que otro habitante va saliendo a sus diarias tareas, entramos las dos a la ciudad sin ser vistas… Llegamos a una construcción de dos plantas, que en nada se diferenciaba del resto de las viviendas… Allí se reunían los Apóstoles y algunas mujeres… Quizás era la misma casa en que se celebró la Ultima Cena, pero no quise preguntar…, era demasiado fuerte toda la situación, preferí seguirte sin preguntas…

Entraste, delicadamente, como entras en las almas de los que te aman, te sigo…, era el día de Pentecostés, la fiesta de la cosecha, la plenitud y la abundancia, habían transcurrido 50 días desde el Domingo de Pascua…, los Apóstoles estaban ya reunidos en oración en el piso superior…Te dedicaste a prepararles unos alimentos, te ayudé en lo poco que yo sabía, en realidad, solo atinaba a mirarte, extasiada… Cuando todo estuvo listo, subiste a alimentar a tus amigos, a tus hijos… y recordé como alimentas a todos tus hijos, proporcionando a tus devotos todo lo necesario para el cuerpo y el alma…

Los hombres habían hecho un alto en la oración y agradecieron tu gesto maternal… Cuando bajaste, noté que te seguía Tomas, el Mellizo… el hombre estaba un poco turbado y sus ojos denotaban una gran preocupación…

Señora mía- te dijo, y su voz rebosaba de amor y respeto- necesito preguntaros algo…

Dime hijo, te escucho…

Señora, bien sabes lo que me ha sucedido con el Maestro, cuando me negué a creer en su Resurrección… cuando se presentó ante mí yo me sentí avergonzado a causa de mi incredulidad y lo que más me dolió fue la expresión de sus ojos cuando me dijo "En adelante no seas incrédulo sino hombre de fe"… su mirada reflejaba dolor por mi falta de fe… Señora, no quiero fallarle de nuevo al Maestro, Él nos dijo que nos enviaría el Paráclito, el Espíritu Santo y yo… yo tengo miedo de no reconocerlo… tu sabes, Madre…

Madre… la palabra revoloteaba en el aire y lo perfumaba, sí Madre, Madre nuestra, Madre de la Iglesia, Madre que escucha y aconseja, Madre que calma y consuela… Madre

Tomas, hijo, no temas…-contestó la llena de gracia- no temas… tu corazón debe tener abierta sus puertas al amor de Dios, confiar… Él conoce tus debilidades, pero también conoce tu amor… solo pide, hijo mío, solo pide a Dios luz para el alma, luz para tu corazón, y el Espíritu te dará todo lo que pides y más, mucho más…

¿Cómo lo reconoceré, Señora?

Porque El te dará la fuerza que necesites para cumplir la Voluntad de Dios…

¿Cómo sabré que es lo que Dios espera de mí?

Hijo, lo que Dios espera de ti es que ames como Jesús te ama… el amor, además de mandamiento es camino, y es mandamiento porque es camino… ama, hijo, pero ama como Jesús te ama, con esa intensidad…. No esperes realizar grandes milagros u obras para sentir que estás cumpliendo la voluntad de Dios…. Se puede cumplir la voluntad del Padre en las cosas más sencillas, y se puede desobedecer al Padre también en las cosas más sencillas… La madre, cumple la voluntad de Dios amando, cuidando, alimentando a sus hijos, siendo su amiga y serena consejera…. El padre, cumple la voluntad de Dios protegiendo a su familia, velando por su unidad, siendo faro en las tormentas del alma, llevando calma y paz… un trabajador cumple la voluntad de Dios siendo fiel en su labor, respetando a los demás, buscando siempre la paz…

Tomas te miró con rostro aliviado, te abrazó con infinita ternura y vi como gruesas lágrimas surcaban el rostro del hombre… qué hermosa imagen me regalabas al corazón, Madre querida, un hombre que se abraza a ti y puede llorar… toda la angustia del alma, se transforma en lágrimas y caen sobre tu manto… Y retornan al hombre hechas consejo y camino…

Subimos nuevamente al piso superior, y Pedro comenzó nuevamente las oraciones… De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa, y aparecieron unas lenguas, como de fuego, que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos… Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran…

Los hombres estaban entre maravillados y emocionados, y comenzó a escucharse el griterío de la gente que había llegado atraída por el ruido del viento y se agolpaba fuera de la casa… Los Apóstoles bajaron y se acercaron a las personas que allí estaban y comenzaron a proclamar las maravillas de Dios en distintos idiomas, así, cada uno de los presentes les escuchaba en su propia lengua nativa…

Tan opuesta esta escena a la de la Torre de Babel, donde el orgullo de los hombres provocó el nacimiento de las distintas lenguas y no podían entenderse… aquí, gracias al Espíritu, las diferentes lenguas no eran obstáculo para el mensaje, sino canal por el que llegar a todo hombre…

Tú, Señora mía, te quedaste arriba… yo te pregunté, tímidamente…

¿Y ahora, Madre?

Pues, acabas de presenciar el nacimiento de la Iglesia… Una Iglesia que proclama el amor de Dios en toda lengua y a toda cultura… Una Iglesia de puertas abiertas y corazón orante… una Iglesia que es cuerpo de Cristo… y, como todo cuerpo, tiene muchos miembros…

Explícame esto, Señora…

Hija, todos acaban de ser bautizados en el único Espíritu, y así lo serán los que vayan creyendo el mensaje de Jesús… pero cada uno tiene un lugar dentro del cuerpo Místico de Cristo… para que entiendas… un cuerpo no es solo ojos, o manos, o pies, eso no seria un cuerpo, un cuerpo esta formado por muchos miembros, unos mas notables, otros menos notables, pero todos igualmente necesarios y dignos… algunas personas piensan que porque no es evidente en ellos alguna habilidad especial, no pueden encontrar la voluntad de Dios para ellos, nada más lejos de la realidad… mira, no se trata de las cosas que se hacen, sino del amor con que se hacen…. Tiene mas mérito a los ojos de Dios una mamá que sirve un plato de arroz a sus hijos con infinito amor en la intimidad del hogar, que una persona que alimenta a diez solo para que los demás vean su generosidad…, no se trata de las escalas del mundo sino de las escalas de Dios ¿puedes entenderlo? Todos los bautizados han recibido un don especial del Espíritu Santo… Encontrar ese don, a veces dormido dentro del alma, es todo un esfuerzo, implica idas y venidas en el interior de uno mismo, pero luego de la búsqueda y del esfuerzo, el don despliega las alas… todas las personas son muy capaces para algo, según los dones del Espíritu, algunos serán favorecidos con el don de la sabiduría, otros de la inteligencia, otros de la fortaleza, otros del consejo, para otros habrá espíritu de ciencia y en otros de piedad, y para otros habrá un santo temor de Dios…, pero encontrar esos dones dentro del alma, supone un esfuerzo, nadie pretenda descubrirlos mágicamente… además, luego de encontrarlos hay que hacerlos dar fruto, pues recuerda lo que dijo Jesús "Al que tiene se le dará más y al no tiene, aun lo poco que posee le será quitado" se refería aquí a los dones del Espíritu…

Te acercas a mí, tu mirada me da paz, mucha paz… bajamos, la gente se agolpa a la puerta de la casa, salimos sin ser vistas… Un hombre reparó en ti y te reconoció, se acercó y te dijo…

Señora… Señora…

Me alejé para que hablaran solos… Cuando te retiraste, el hombre tenía la mirada como iluminada, y una sonrisa llena de paz… Los primeros devotos tuyos, Señora, los primeros sencillos y fieles devotos…

Volvemos juntas a mi realidad de todos los días… se acerca el domingo de Pentecostés, quiero esperarlo en oración y con las puertas de mi corazón abiertas, como tu me enseñaste… Debemos despedirnos…

-Gracias, Madre -susurra mi alma sin ganas de dejarte- gracias… cada vez que mi corazón te encuentra termina fortalecido, gracias…

- Nos vemos, querida, nos vemos en la misa de Pentecostés, te estaré esperando…

Vuelvo a mi realidad, mientras mi corazón te da el último abrazo y se despide de ti…

Tú susurras algo, que no alcanzo a escuchar… Me quedo con la duda ¿Qué dijiste María, que mi apuro no me dejó oír?... Un pensamiento me viene al corazón, quizás dijiste…"Hija, algún día comprenderás que no hay despedidas entre nosotras, que siempre estamos juntas, que siempre estoy a tu lado, aunque muchas veces, tu angustia, tu soledad, tu tristeza, no te permita verme"….

Amigo que lees estas líneas… espero que tengas un hermoso domingo de Pentecostés… que tu corazón se llene de fuerza para multiplicar los hermosos dones con que el Espíritu ha adornado tu alma…


NOTA:

"Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a la imaginación de la autora, sin intervención sobrenatural alguna."



  • Preguntas o comentarios al autor
  • María Susana Ratero.


    Oración para pedir los dones y frutos del Espíritu Santo.

    viernes, 25 de mayo de 2012

    REFLEXION: CONVERTIR EL ARREPENTIMIENTO EN UN MINISTERIO







    Convertir el arrepentimiento en un ministerio
    BUENAS TARDES  

      
    En el pasaje del Evangelio de hoy, tres veces le pidió Jesús a Pedro que confesara su amor; tres veces, Jesús lo comisionó para que llegara a ser un pastor y que continuará el ministerio del Buen Pastor.
    En la escritura, siempre que algo es repetido tres veces significa "lo máximo" (como lo es "bueno, mejor, excelente"). Cuándo Pedro negó a Jesús tres veces, él rechazó a Jesús al máximo. Jesús supo esto y, con compasión suprema, le dio a Pedro una curación completa de ese rompimiento en su relación ofreciéndole la oportunidad de confesar su amor al máximo.
    Jesús hace lo mismo contigo y conmigo. ¡Siempre que lo negamos, lo rechazamos, o lastimamos a alguien - a quien sea! - nosotros le hacemos esto a Jesús (ver Mateo 25:31-46). Pero gracias a su gran misericordia y compasión por nosotros, él siempre, siempre, siempre (al máximo) nos da oportunidades de sanar el rompimiento en nuestra relación con él. Y después, así como lo hizo con San Pedro, él nos da la misión de llevar su amor a los demás. Follow us on Twitter
    Debemos hacer todo lo razonablemente posible para reconciliarnos con los demás, y después de que hayamos enmendado las relaciones, o si no tenemos oportunidad de sanar una relación rota, Jesús nos da un ministerio de curación - en una escala más grande, con otras personas - y esto ayuda a expiar nuestros pecados, purifica nuestro crecimiento, y sana a muchos que esperan la ayuda de Dios.
    En los casos donde los sacerdotes (o cualquiera otra persona) molestó a niños o causó otros escándalos en la Iglesia, el escándalo más grande es cuándo nada bueno sale de ello. ¿Jesús pregunta, "me amas? ¿Qué harás al respecto"? ¡Dios puede transformar todo eventualmente en un ministerio - y él quiere transformarlo! Like us on Facebook Follow us on Twitter
    En el sitio del Mar de Galilea donde Pedro recibió su vocación (en la Iglesia de la Primacía de San Pedro), un letrero dice:
    Los actos y milagros de Jesús
    no son acciones del pasado.
    Jesús espera por los que todavía
    están preparados para tomar
    los riesgos al momento de
    su palabra porque ellos confían
    de su poder totalmente.
    ¿A qué te esta comisionando Jesús? En cualquier manera que has pecado, si tú todavía no los has convertido en un ministerio, Dios está esperando escucharte decir, "Sí, Jesús, tú sabes que te amo. Digo sí al ministerio que tú me has dado, por arriesgado o imposible que parezca. Elijo confiar en tú guía, tus direcciones. ¡Dime que hacer"! Like us on Facebook
    ¡A esa oración, Jesús da un resonante AMEN!
    Que el Espíritu Santo, cuyo descenso a este mundo celebramos este fin de semana, te apodere para hacer las obras impresionantes para el reino de Dios. ¡Amén!

    Reflexión de la Buena Nueva
    Viernes de la Séptima Semana de Pascua
    25 de mayo, 2012
    Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org , registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
    © 2012 por Terry A. Modica

    Reflexiones para el Alma Efesios 6, 11 - 13
    11.
    Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo.

    12.
    Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.

    13.
    Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.

    Lecturas del día:
    Hechos 25:13b-21
    Salmo 103:1-2, 11-12, 19-20ab
    Juan 21:15-19
     

    ESPIRITU SANTO: LETANIA

    ESPÍRITU SANTO
    LETANÍA



    -Señor,
    -Jesucristo,

    -Señor,

    -Dios, Padre celestial,

    -Dios, Hijo, Redentor del mundo,

    -Dios, Espíritu Santo,

    -Trinidad Santa, que sois un solo Dios,

    -Divina Esencia, Dios verdadero y único,

    -Espíritu de verdad y de sabiduría,

    -Espíritu de santidad y de justicia,

    -Espíritu de entendimiento y de consejo,

    -Espíritu de caridad y de gozo,

    -Espíritu de paz y de paciencia,

    -Espíritu de longanimidad y mansedumbre,

    -Espíritu de benignidad y de bondad,

    -Amor substancial del Padre y del Hijo,

    -Amor y vida de las almas santas,

    -Fuego siempre ardiendo,

    -Agua viva que apagáis la sed de los corazones,
    Ten piedad de nosotros
    -De todo mal,
    -De toda impureza de alma y cuerpo,

    -De toda gula y sensualidad,

    -De todo afecto a los bienes terrenos,

    -De todo afecto a cosas y a criaturas,

    -De toda hipocresía y fingimiento,

    -De toda imperfección y faltas deliberadas,

    -Del amor propio y juicio propio,

    -De la propia voluntad,

    -De la murmuración,

    -De la doblez a nuestros prójimos,

    -De nuestras pasiones y apetitos desordenados,

    -De no estar atentos a vuestra inspiración Santa,

    -Del desprecio a las cosas pequeñas,

    -De la glotonería y malicia,

    -De todo regalo y comodidad,

    -De querer buscar o desear algo que no seáis Vos,

    -De todo lo que te desagrade,

    -De todo pecado e imperfección y de todo mal,
    Libradnos Espíritu Santo.
    -Padre amantísimo, Perdónanos.
    -Divino Verbo, Ten misericordia de nosotros.
    -Santo y Divino Espíritu, No nos dejes hasta ponemos en la posesión de la Divina Esencia,
    Cielo de los cielos.
    -Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo, Enviadnos al divino Consolador.
    -Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo, Llenadnos de los dones de vuestro espíritu.
    -Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo, Haced que crezcan en nosotros los frutos del Espíritu Santo.
    Ven, ¡oh Santo Espíritu!, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
    V. Envía tu Espíritu y todo será creado.
    R. Y se renovará la faz de la tierra.
    Oremos
    ¡Oh Dios!, que habéis instruido los corazones de los fieles con la luz del Espíritu Santo, concedednos, según el mismo Espíritu, conocer las cosas rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo, Señor nuestro.
    R. Amén.


    Oración a San Benito Abad para pedir su protección

    "ORACIÓN PARA PEDIR LA PROTECCIÓN DE SAN BENITO

    Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes, interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.

    Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.

    Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales. Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas. Amén."

    Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas.

    Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.

    jueves, 24 de mayo de 2012

    24 de Mayo: Fiesta de Maria Auxiliadora







     
    Advocación de la Santísima Virgen -
    Historia de la devoción a María Auxiliadora en la Iglesia Antigua.


    Los cristianos de la Iglesia de la antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en su idioma, el griego, se dice con la palabra "Boetéia", que significa "La que trae auxilios venidos del cielo". Ya San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama "Auxilio potentísimo" de los seguidores de Cristo.

    Los dos títulos que más se leen en los antiguos monumentos de Oriente (Grecia, Turquía, Egipto) son: Madre de Dios y Auxiliadora. (Teotocos y Boetéia). En el año 476 el gran orador Proclo decía: "La Madre de Dios es nuestra Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto". San Sabas de Cesarea en el año 532 llama a la Virgen "Auxiliadora de los que sufren" y narra el hecho de un enfermo gravísimo que llevado junto a una imagen de Nuestra Señora recuperó la salud y que aquella imagen de la "Auxiliadora de los enfermos" se volvió sumamente popular entre la gente de su siglo.

    El gran poeta griego Romano Melone, año 518, llama a María "Auxiliadora de los que rezan, exterminio de los malos espíritus y ayuda de los que somos débiles" e insiste en que recemos para que Ella sea también "Auxiliadora de los que gobiernan" y así cumplamos lo que dijo Cristo: "Dad al gobernante lo que es del gobernante" y lo que dijo Jeremías: "Orad por la nación donde estáis viviendo, porque su bien será vuestro bien".

    En las iglesias de las naciones de Asia Menor la fiesta de María Auxiliadora se celebra el 1º de octubre, desde antes del año mil (En Europa y América se celebre el 24 de mayo). San Sofronio, Arzobispo de Jerusalén dijo en el año 560: "María es Auxiliadora de los que están en la tierra y la alegría de los que ya están en el cielo". San Juan Damasceno, famoso predicador, año 749, es el primero en propagar esta jaculatoria: "María Auxiliadora rogad por nosotros". Y repite: "La Virgen es auxiliadora para conseguir la salvación. Auxiliadora para evitar los peligros, Auxiliadora en la hora de la muerte".

    San Germán, Arzobispo de Constantinopla, año 733, dijo en un sermón: "Oh María Tú eres Poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda".

    La batalla de Lepanto -

    En el siglo XVI, los mahometanos estaban invadiendo a Europa. En ese tiempo no había la tolerancia de unas religiones para con las otras. Y ellos a donde llegaban imponían a la fuerza su religión y destruían todo lo que fuera cristiano. Cada año invadían nuevos territorios de los católicos, llenando de muerte y de destrucción todo lo que ocupaban y ya estaban amenazando con invadir a la misma Roma.

    Fue entonces cuando el Sumo Pontífice Pío V, gran devoto de la Virgen María convocó a los Príncipes Católicos para que salieran a defender a sus colegas de religión. Pronto se formó un buen ejército y se fueron en busca del enemigo. El 7 de octubre de 1572, se encontraron los dos ejércitos en un sitio llamado el Golfo de Lepanto. Los mahometanos tenían 282 barcos y 88,000 soldados. Los cristianos eran inferiores en número.

    Antes de empezar la batalla, los soldados cristianos se confesaron, oyeron la Santa Misa, comulgaron, rezaron el Rosario y entonaron un canto a la Madre de Dios. Terminados estos actos se lanzaron como un huracán en busca del ejército contrario. Al principio la batalla era desfavorable para los cristianos, pues el viento corría en dirección opuesta a la que ellos llevaban, y detenían sus barcos que eran todos barcos de vela o sea movidos por el viento. Pero luego - de manera admirable - el viento cambió de rumbo, batió fuertemente las velas de los barcos del ejército cristiano, y los empujó con fuerza contra las naves enemigas. Entonces nuestros soldados dieron una carga tremenda y en poco rato derrotaron por completo a sus adversarios. Es de notar, que mientras la batalla se llevaba a cabo, el Papa Pío V, con una gran multitud de fieles recorría las calles de Roma rezando el Santo Rosario.

    En agradecimiento de tan espléndida victoria San Pío V mandó que en adelante cada año se celebrara el siete de octubre, la fiesta del Santo Rosario, y que en las letanías se rezara siempre esta oración: MARÍA AUXILIO DE LOS CRISTIANOS, RUEGA POR NOSOTROS.

    El Papa y Napoleón -

    El siglo pasado sucedió un hecho bien lastimoso: El emperador Napoleón llevado por la ambición y el orgullo se atrevió a poner prisionero al Sumo Pontífice, el Papa Pío VII. Varios años llevaba en prisión el Vicario de Cristo y no se veían esperanzas de obtener la libertad, pues el emperador era el más poderoso gobernante de ese entonces. Hasta los reyes temblaban en su presencia, y su ejército era siempre el vencedor en las batallas.

    El Sumo Pontífice hizo entonces una promesa: "Oh Madre de Dios, si me libras de esta indigna prisión, te honraré decretándote una nueva fiesta en la Iglesia Católica". Y muy pronto vino lo inesperado. Napoleón que había dicho: "Las excomuniones del Papa no son capaces de quitar el fusil de la mano de mis soldados", vio con desilusión que, en los friísimos campos de Rusia, a donde había ido a batallar, el frío helaba las manos de sus soldados, y el fusil se les iba cayendo, y él que había ido deslumbrante, con su famoso ejército, volvió humillado con unos pocos y maltrechos hombres.

    Y al volver se encontró con que sus adversarios le habían preparado un fuerte ejército, el cual lo atacó y le proporcionó total derrota. Fue luego expulsado de su país y el que antes se atrevió a aprisionar al Papa, se vio obligado a pagar en triste prisión el resto de su vida. El Papa pudo entonces volver a su sede pontificia y el 24 de mayo de 1814 regresó triunfante a la ciudad de Roma. En memoria de este noble favor de la Virgen María, Pío VII decretó que en adelante cada 24 de mayo se celebrara en Roma la fiesta de María Auxiliadora en acción de gracias a la madre de Dios.

    San Juan Bosco y María Auxiliadora -

    El 9 de junio de 1868, se consagró en Turín, Italia, la Basílica de María Auxiliadora. La historia de esta Basílica es una cadena de favores de la Madre de Dios. su constructor fue San Juan Bosco, humilde campesino nacido el 16 de agosto de 1815, de padres muy pobres. A los tres años quedó huérfano de padre. Para poder ir al colegio tuvo que andar de casa en casa pidiendo limosna.

    La Sma. Virgen se le había aparecido en sueños mandándole que adquiriera "ciencia y paciencia", porque Dios lo destinaba para educar a muchos niños pobres. Nuevamente se le apareció la Virgen y le pidió que le construyera un templo y que la invocara con el título de Auxiliadora.
    Empezó la obra del templo con tres monedas de veinte centavos. Pero fueron tantos los milagros que María Auxiliadora empezó a hacer en favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la gran Basílica. El santo solía repetir: "Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen".

    Desde aquel santuario empezó a extenderse por el mundo la devoción a la Madre de Dios bajo el título de Auxiliadora, y son tantos los favores que Nuestra Señora concede a quienes la invocan con ese título, que ésta devoción ha llegado a ser una de las más populares.

    San Juan Bosco decía: "Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros" y recomendaba repetir muchas veces esta pequeña oración: "María Auxiliadora, rogad por nosotros". El decía que los que dicen muchas veces esta jaculatoria consiguen grandes favores del cielo.


    SAN JUAN BOSCO Y SU EXPERIENCIA DE MARÍA AUXILIADORA
    Don Bosco propaga la devoción a Maria Auxiliadora celebrando todos los años su fiesta con solemnidad el día 24 de mayo, predicando y promoviendo novenas. Y sobre invocando su protección mediante la Bendición de Maria Auxiliadora , la cual, obtuvo Don Bosco los milagros obrados en Italia, Francia y España.
    A los primeros misioneros le recomendaba: “ Propaguen la devoción a Maria Auxiliadora, a Jesús sacramentado y veréis lo que son los milagros”.

    Estas son palabras dadas por San Juan Bosco...sobre la Virgen Auxiliadora:
    "Cuántas y cuántas personas hay que, por intercesión de María Santísima, pudieron ordenar los asuntos de su alma!
    Uno logró perder una mala costumbre, otro adquirió una virtud difícil de practicar…
    Os recomiendo, pues, por cuanto sé y puedo, que invoquéis todos a María Santísima!.
    Esta Madre piadosa concede fácilmente las gracias que necesitamos, y sobre todo las espirituales. Ella es poderosísima en el Cielo y cualquier gracia que pida a su Divino Hijo, le es concedida al instante.
    La Iglesia nos da a conocer el poder y la benignidad de María con aquel himno que empieza: Si coeli quaeris ianuas, Mariae nomen invoca. (Si buscas las puertas del cielo, invoca el nombre de María).
    Si, para entrar en el cielo, basta invocar el nombre de María, preciso es decir también que Ella es poderosa.
    Su nombre es representado como puerta del cielo, y todos los que quieren entra en él deben encomendarse a María.

    Recurramos nosotros a Ella, especialmente para que nos ayude en el momento de la muerte.
    La Iglesia, en efecto, dice en otro lugar que María, por sí sola, es terrible como un ejército ordenado para la batalla, que lucha contra los enemigos de nuestra alma
    Aunque, en el sentido literal de la Sagrada Escritura, estas palabras se refieren a los enemigos de la Iglesia, sin embargo el espíritu de la Iglesia misma las refiere también a nuestros enemigos particulares en las cosas del alma.

    Sólo al oír el nombre de María, se dan a la fuga los demonios.
    Por eso, es llamada Auxilium Christianorum, Auxilio de los Cristianos, lo mismo contra los enemigos exteriores que contra los enemigos interiores.
    Nosotros principalmente debemos encomendarnos a Ella, nosotros que celebramos su fiesta de manera particular como nuestra propia fiesta, aun cuando sea fiesta de la Iglesia universal.

    Por este motivo os recomiendo cuanto sé y puedo, y deseo que mi consejo quede grabado en vuestra mente y en vuestro corazón; invocad siempre el nombre de María, especialmente con la jaculatoria: María Auxilidora de loa cristianos, ruega por nosotros!

    Todos nosotros tenemos nuestras debilidades, y, por eso, todos necesitamos auxilio.
    Por tanto, cuando querais obtener una gracia espiritual, tomad la costumbre de rezar, de vez en cuando, esta jaculatoria.
    Es una gracia espiritual verse libre de tentaciones de aflicciones de espíritu, de falta de fervor, de vergüenza en la confesión, que haga demasiado pesada la manifestación de los pecados.

    Si alguno de vosotros quiere que cese una obstinada tentación, vencer una pasión, verse libre de muchos peligros de esta vida, o alcanzar una gran virtud, no tiene más que hacer que invocar a María Auxiliadora.
    Estas y otras gracias espirituales son las que se obtienen en mayor cantidad, y que no se llegan a saber y hacen más provecho a las almas.
    No es del caso que os enumere los muchísimos que invocándola con esta jaculatoria, obtuvieron gracias especiales.

    He aconsejado la jaculatoria: MARIA AUXILIADORA DE LOS CRISTIANOS, RUEGA POR NOSOTROS, a cientos, a millares, de casa y de fuera de ella, les recomendé que, si no habían sido escuchados rezando esta jaculatoria, vinieran a decírmelo.
    Y, hasta ahora, no ha venido ninguno a decirme que no había obtenido la gracia.
    Digo mal, he de corregir mi error, hubo alguno, como hoy mismo, que vino a quejarse de no haber sido escuchado.

    ¿Pero, sabéis por qué? Habiéndole preguntado, confesó que sí había tenido la intención de invocar a María, pero que después no la había invocado.
    En este caso no es la Virgen María la que falla, somos nosotros los que fallamos, no rezándole; no es que María no nos escucha, somos nosotros los que no queremos que nos escuche.

    La oración debe hacerse con insistencia, con perseverancia, con fe, con verdadero deseo de ser escuchados.
    Quiero que hagáis todos esta prueba y que animéis a que la hagan también todos vuestros parientes y amigos.

    En esta fiesta de María Auxiliadora, si viniesen a veros y, si no vienen, escribiéndoles una carta, o dándoles recado en familia, decidles de mi parte: -Don Bosco os asegura que si queréis obtener alguna gracia espiritual, recéis a la Virgen con esta jaculatoria: María Auxilium Christianorum, ora pro nobis, y seréis escuchados.
    Se entiende que se rece con las condiciones que ha de tener toda oración.

    Recen confiados.. María, Auxilio de los Cristianos, ruega por mí, y las digais en todo peligro, en toda tentación, en toda necesidad y siempre;. Ella os protegerá y auxiliará!!!


    Rezale el Rosario:
     

    miércoles, 23 de mayo de 2012

    ¿Ante los males del mundo, cómo afirmar que Dios existe?

    ¿Ante los males del mundo, cómo afirmar que Dios existe?

    La pérdida de un ser querido, el hundimiento de un amor, las agresiones a nuestra persona física o moral, parecen cuestionar las certezas más elementales. Ante tales heridas y sufrimientos nos sentimos desamparados e impotentes. ¿Podemos seguir creyendo que Dios existe?
    El mal es un desorden que trastorna el orden debido: por ejemplo, un accidente de coche provocado por el alcoholismo de un conductor ebrio.
    Comprobamos aquí cómo muchos males provienen de un uso malo de nuestra libertad. Pero la libertad es en sí misma un bien, ya que nos permite elegir el bien no en forma automática, sino con conocimiento de causa.
    Pero vengamos ahora al caso de un niño que nace enfermo. A primera vista se puede pensar que tal realidad demuestra la inexistencia de un ser perfecto que obra en el mundo. Sin embargo, ¿cómo explicar entonces las innumerables y variadas huellas de una inteligencia superior en el universo?
    Por el contrario, si esta inteligencia existe, como es innegable, es de una naturaleza muy superior a nuestro pequeño cerebro.
    Hay cosas que nos hunden en el desconcierto. Vemos el mundo como el envés de un tapiz. Solo vemos un barullo incoherente de líneas y colores. Habría que estar en el lugar de quien realiza la tarea para, viéndola al derecho, poder apreciar la armonía de la labor.
    La perspectiva de una vida futura y la resurrección de los cuerpos, viene aquí a esclarecer el ejemplo anterior, desdramatizando las circunstancias del niño enfermo. Se trata, en efecto, de su primer nacimiento. Su segundo nacimiento, el definitivo, será cuando resucite después de la muerte.
    «Pienso –dice San Pablo– que los sufrimientos del tiempo presente no guardan proporción con la gloria que ha de manifestarse en nosotros» (Rm 8,18). Y San Juan, recordando conversaciones con Jesús nos dice: «La mujer, cuando da a luz, está triste porque le ha llegado su hora; pero cuando el niño le ha nacido, ya no se acuerda del sufrimiento por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo» (Jn 16,21).
    Si el sufrimiento pasajero del inocente nos resulta un misterio, sabemos, sin embargo, que Dios mismo cargó con  este sufrimiento a Jesucristo. A través del sufrimiento el cristiano se une ya ahora a su Señor, antes del encuentro definitivo en la gloria.
    Podemos ilustrar estas reflexiones señalando recientes conversiones, como las de Frossard o de Clavel e, y de otras mucho más numerosas al otro lado del telón de acero, donde parece que hoy las personas están descubriendo a Dios algo así como se coge un virus.
    Así pues, en la presencia del mal, el no creyente tiene en cuenta solamente una parte de la realidad: la negativa; mientras que el creyente toma en cuenta el todo: lo positivo y lo negativo, orden y desorden, bien y mal.
    «No te dejes vencer por el mal... Yo he vencido al mundo» (Rm 12,21; Jn 16,33)

    Fuente: www.gratisdate.org
    Autor: Yves Moreau-razones para creer