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Ágape= Amor Incondicional. El amor que se profesa sin esperar nada a cambio.El Amor de Dios.
miércoles, 4 de julio de 2012
ÉL TE PIDE SALIR DE LA TUMBA
lunes, 2 de julio de 2012
BENDICION CON LA SANGRE DE CRISTO Y SU FUEGO DE AMOR
BENDICION CON LA SANGRE DE CRISTO Y SU FUEGO DE AMOR
BENDICION:
Nuestro Señor Jesucristo, que nos amó con un Amor tan desmedidamente grande, y que fue puesto sobre la Cruz de madera, y condenado a la muerte mas amarga, LAVE y BENDIGA tu alma con Su SANGRE PRECIOSA, en recuerdo del Sufrimiento con el que pagó por ti, a fin de que TU AMOR ARDA para Él.
Que ese PODEROSO FUEGO DE AMOR, CONSUMA TODOS TUS PECADOS, y te conceda reposar sobre Su bendito brazo, donde todos los Santos reposan.
+ En el Nombre del Padre, + y del Hijo, + y del Espíritu Santo.
Amén. Amén. Amén.
sábado, 30 de junio de 2012
ROSARIO A LA PRECIOSA SANGRE
ROSARIO
A LA PRECIOSA SANGRE
Los Católicos tenemos un único título que
es de gran valor cuando somos llamados hijos de la Santa Iglesia
Católica Romana, la cual, según nos afirma San Pablo, Jesucristo
adquirió con su Sangre (Hechos 20,28).
Para el dulce Cordero de Dios toda la honra y la gloria, porque fué inmolado en la Cruz y nos redimió con su Preciosísima Sangre. Nos amó y lavó nuestros pecados en su misma Sangre (Ap 5,9 y 12).
BIENAVENTURADOS los que lavan sus vestidos en la Sangre del Cordero (Ap.1,5), y finalmente, la Santa Iglesia nos repite todos los días en la Consagración del Cáliz que aquella Preciosísima Sangre fué derramada con el fin de perdonar nuestros pecados (Mt.26,28).
Para el dulce Cordero de Dios toda la honra y la gloria, porque fué inmolado en la Cruz y nos redimió con su Preciosísima Sangre. Nos amó y lavó nuestros pecados en su misma Sangre (Ap 5,9 y 12).
BIENAVENTURADOS los que lavan sus vestidos en la Sangre del Cordero (Ap.1,5), y finalmente, la Santa Iglesia nos repite todos los días en la Consagración del Cáliz que aquella Preciosísima Sangre fué derramada con el fin de perdonar nuestros pecados (Mt.26,28).
OREMOS:
En
la Cruz: + En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Oración
al Espíritu Santo:
Ven
Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en
ellos el fuego de tu Amor. Envía Tu Espíritu y todo será creado, y
renovarás la faz de la Tierra.
Oh
Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la Luz del
Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este mismo
Espíritu, aprendamos a obrar rectamente siempre, y gocemos de la
dulzura del Bien y de Sus divinos consuelos. Por Cristo Nuestro
Señor. Así sea.
CREDO
DE LOS APOSTOLES:
Creo en
Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra.
Creo en
Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra
y Gracia del Espíritu Santo.
Nació de
Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los Infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso. Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los Infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso. Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el
Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los
Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la
Vida Eterna. Amén
(Inclinando
la cabeza)
¡Que
la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor
Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino
Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y
siempre! Amén.
Guía:
¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
Todos:
¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
(En
la cuenta blanca):
Padre
nuestro que estás en el Cielo, Santificado sea tu Nombre; venga a
nosotros tu reino; hágase tu Voluntad en la Tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del Mal. Amen.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del Mal. Amen.
(En
las 3 cuentas rojas):
Dios
te salve María, llena eres de Gracia, El Señor es contigo, bendita
eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.Santa María
Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(En
la cuenta blanca, inclinando la cabeza):
¡Que
la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor
Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino
Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y
siempre! Amén.
PRIMER MISTERIO: La Mano
derecha de Nuestro Señor Jesús es clavada.
(Pausa
breve para meditación)
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de Tu Mano derecha, y por el dolor causado
por el clavo que la atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella,
salve a los pecadores del mundo entero y convierta muchas almas!
Amén.
G:
¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T:
¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
Padre
Nuestro…
Ave
María.
(En
las 12 cuentas rojas):
G:
¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
T:
¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria
al Padre…
(En
la cuenta blanca, inclinando la cabeza):
¡Que
la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor
Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino
Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y
siempre! Amén.
SEGUNDO MISTERIO: La Mano
izquierda de Nuestro Señor Jesús es clavada.
(Pausa
breve para meditación)
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de Tu Mano izquierda, y por el dolor causado
por el clavo que la atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella,
salve almas del Purgatorio y proteja a los moribundos de los ataques
de los espíritus infernales! Amén.
G:
¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T:
¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
Padre
Nuestro…
Ave
María.
(En
las 12 cuentas rojas):
G:
¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
T:
¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria
al Padre…
(En
la cuenta blanca, inclinando la cabeza):
¡Que
la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor
Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino
Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y
siempre! Amén.
TERCER MISTERIO: El Pie
derecho de Nuestro Señor Jesús es clavado.
(Pausa
breve para meditación)
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de Tu Pie derecho, y por el dolor causado por
el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella,
cubra los cimientos de la Iglesia Católica contra los planes del
reino oculto y los hombres malignos! Amén.
G:
¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T:
¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
Padre
Nuestro…
Ave
María.
(En
las 12 cuentas rojas):
G:
¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
T:
¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria
al Padre…
(En
la cuenta blanca, inclinando la cabeza):
¡Que
la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor
Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino
Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y
siempre! Amén.
CUARTO MISTERIO: El Pie
izquierdo de Nuestro Señor Jesús es clavado.
(Pausa
breve para meditación)
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de tu Pie izquierdo, y por el dolor causado
por el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella,
nos proteja en todos nuestros caminos de los planes y ataques de los
espíritus malignos y sus agentes! Amén.
G:
¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T:
¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
Padre
Nuestro…
Ave
María.
(En
las 12 cuentas rojas):
G:
¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
T:
¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria
al Padre…
(En
la cuenta blanca, inclinando la cabeza):
¡Que
la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor
Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino
Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y
siempre! Amén.
QUINTO MISTERIO: El
sagrado Costado de Nuestro Señor Jesús es traspasado.
(*Ver nota al final)
(Pausa
breve para meditación)
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de tu Sagrado Costado, y por el dolor causado
por la lanza que lo traspasó, la Preciosa Sangre y Agua que brotan
de ella, sane a los enfermos, resucite a los muertos, solucione
nuestros problemas presentes, y nos enseñe el camino hacia Nuestro
Dios para la Gloria Eterna! Amén.
G:
¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T:
¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!
Padre
Nuestro…
Ave
María.
(En
las 12 cuentas rojas):
G:
¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
T:
¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!
Gloria
al Padre…
(En
la cuenta blanca, inclinando la cabeza):
¡Que
la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor
Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino
Conocimiento, y Luz del Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y
siempre! Amén.
G:
¡OH Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T:
¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! (3
veces)
(La Salve):
Dios
te
salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, vida, dulzura y
esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos
de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de
lágrimas. Ea pues Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos
tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a
Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh
dulce Siempre Virgen María, ruega por nosotros Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las divinas Gracias y Promesas de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
OREMOS:
OH
Preciosísima Sangre de Jesucristo, te honramos, te alabamos y te
adoramos por tu Obra de Eterna Alianza que trae paz a la humanidad.
Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Consuela al
Padre Todopoderoso en Su Trono, y lava los pecados del mundo entero.
Que TODOS te reverencien, OH Preciosa Sangre, ten misericordia. Amén.
Sacratísimo
Corazón de Jesús Ten misericordia de nosotros
Inmaculado
Corazón de María Ruega por nosotros
San
José, esposo de María Ruega por nosotros
Santos
Pedro y Pablo Rueguen por nosotros
San
Juan al pie de la Cruz Ruega por nosotros
Santa
María Magdalena Ruega por nosotros
Todos
los guerreros de Oración e Intercesores del Cielo Rueguen por nos…
Todos
los grandes Santos de Nuestro Señor Rueguen por nos…
Todas
las huestes Celestiales, Legión Angélica de María Rueguen por
nos…
LETANIAS
DE LA PRECIOSA SANGRE DE JESUCRISTO
Señor,
ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Cristo,
ten piedad de nosotros Cristo, ten piedad de nosotros
Señor,
ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Cristo,
escúchanos Cristo, escúchanos benignamente
Dios
Padre Celestial Ten piedad de nosotros
Dios
Hijo Redentor del mundo Ten piedad de nosotros
Dios
Espíritu Santo Ten piedad de nosotros
Santísima
Trinidad, un solo Dios Ten piedad de nosotros
G:
¡HO
PRECIOSISIMA SANGRE DE JESUCRISTO, SANGRE DE SALVACION!
T:
¡SALVANOS A NOSOTROS Y AL MUNDO ENTERO!
Océano
de la Sangre de Jesucristo ¡libéranos!
Sangre
de Jesucristo, llena de Santidad y Compasión ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, nuestra fortaleza y poder ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, alianza eterna ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, fundamento de la fe cristiana ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, armadura de Dios ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Divina Caridad ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, flagelo de los demonios ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, auxilio de los que están atados ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Sagrado Vino ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Poder de los cristianos ¡libéranos!
Sangre Preciosa de
Jesucristo, defensora de la fortaleza católica ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, verdadera fe cristiana ¡libéranos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Sangre Sanadora ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Sangre ungidora ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, fortaleza de los hijos de Dios ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, comandante de los guerreros
cristianos ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Sangre de Resurrección ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de
Jesucristo, bebida de los ángeles del Cielo ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, consuelo de Dios Padre ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Poder del Espíritu Santo ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, circuncisión de los gentiles ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, paz del mundo ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, luz del Cielo y de la tierra ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, arco iris en el Cielo ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de
Jesucristo, esperanza de los niños inocentes ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Palabra de Dios en nuestros corazones
¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, arma celestial ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Divina Sabiduría ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, cimiento del mundo ¡sálvanos!
Sangre
Preciosa de Jesucristo, Misericordia del Padre ¡sálvanos!
G:
¡OH
Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T:
¡Lava los pecados del mundo!
G:
¡OH
Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T:
¡Purifica el mundo!
G:
¡OH
Preciosísima Sangre de Jesucristo!
T:
¡Enséñanos cómo consolar a Jesús!
ORACION:
OH
Sangre Preciosa, salvación nuestra, creemos, esperamos y confiamos
en Ti. Libera a todos los que están en las manos de los espíritus
infernales, te suplicamos. Protege a los moribundos de las obras de
los espíritus malignos y acógelos en la Gloria Eterna. Ten
misericordia del mundo entero, y fortalécenos para adorar y consolar
al Sagrado Corazón de Jesús. Te adoramos, oh Preciosa Sangre de
misericordia. Amén.
¡OH
Preciosísima Sangre de Jesucristo, sana las Heridas en el
Sacratísimo Corazón de Jesús!
(3
veces)
CONSAGRACION
A LA SANGRE PRECIOSA DE JESUCRISTO
(Rezar
diariamente meditando)
Consciente de mi
nada y de tu Sublimidad, Misericordioso Salvador, me postro a tus
pies y te agradezco por la Gracia que has mostrado hacia mí, ingrata
creatura. Te agradezco especialmente por liberarme, mediante Tu
Sangre Preciosa, del poder destructor de Satanás.
En presencia
de mi querida Madre María, mi Ángel custodio, mi Santo patrono, y
de toda la Corte Celestial, me consagro voluntariamente, con corazón
sincero, oh queridísimo Jesús, a tu Preciosa Sangre, por la cual
has redimido al mundo del pecado, de la muerte y del infierno. Te
prometo, con la ayuda de tu Gracia y con mi mayor empeño, promover y
propagar la devoción a Tu Sangre Preciosa, precio de nuestra
redención, a fin de que tu Sangre adorable sea honrada y glorificada
por todos.
De esta manera
deseo reparar mi deslealtad hacia tu Preciosa Sangre de Amor, y
compensarte por las muchas profanaciones que los hombres cometen en
contra del Precioso Precio de su salvación.
¡OH, si mis
propios pecados, mi frialdad, y todos los actos irrespetuosos que he
cometido contra ti, oh Santa y Preciosa Sangre, pudieran ser
borrados!
He aquí
querido Jesús, que te ofrezco el amor, el honor y la adoración que
tu Santísima Madre, tus fieles discípulos y todos los Santos han
ofrecido a Tu Preciosa Sangre; te pido que olvides mi falta de fe y
frialdad del pasado, y que perdones a todos los que te ofenden.
¡Oh Divino
Salvador! rocíame a mi y a todos los hombres con tu Preciosa Sangre,
a fin de que te amemos, ¡oh Amor Crucificado!, de ahora en adelante
con todo nuestro corazón, y que dignamente honremos el Precio de
nuestra salvación. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa
Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades,
antes bien, líbranos de todos los peligros, ¡Oh Virgen siempre
gloriosa y bendita!
*Nota:
En el Diario de Santa Faustina, leemos la explicación que le dio
Jesús Misericordioso sobre los rayos de Su Imagen: “Ambos rayos
brotaron de las entrañas más profundas de Mi Misericordia, cuando
Mi Corazón Agonizante fue abierto por la lanza estando Yo en la
Cruz” (Diario 299).
12
PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A QUIEN DEVOTAMENTE RECE EL
ROSARIO DE LA PRECIOSA SANGRE:
1.-Yo prometo proteger de los ataques del maligno a quien devotamente rece este Rosario.2.-Yo preservaré sus 5 sentidos.
3.-Yo lo protegeré de una muerte súbita.
4.-12 horas antes de su muerte, beberá Mi Sangre Preciosa y comerá Mi Cuerpo.
5.-24 horas antes de su muerte, le mostraré Mis 5 Llagas, para que sienta un profundo arrepentimiento de todos sus pecados, y tenga perfecto conocimiento de ellos.6.-Quien rece este Rosario como novena, conseguirá lo que pide. Su Oración será contestada.7.-Yo realizaré muchos milagros maravillosos a través del rezo de este Rosario.8.-A través de esta Oración, destruiré muchas sociedades secretas, y liberaré muchas almas atadas, por medio de Mi Misericordia.
9.-A través de este Rosario, salvaré muchas almas del Purgatorio.
10.-Yo le mostraré Mi camino a quien honre Mi Preciosa Sangre con este Rosario.
11.-Yo tendré misericordia de aquellos que tengan misericordia de Mis Preciosas Llagas y Sangre.12.-Quienquiera que enseñe esta Oración a otra persona, ganará una indulgencia de 4 años.
TODOS los Santos han sido devotísimos de la Sangre de Jesús, y de los más devotísimos son Santa Gema Galgani,
a quien se le aparecía frecuentemente Jesucristo, pidiéndole compasión y
amor por los ingratos que le ofenden, y le exigía nuevas
mortificaciones y sacrificios. La Santa, a la vista de Jesús que le
pedía sangre por Sangre, amor por Amor, hubiera querido derramar toda la
de sus venas si la obediencia a su director espiritual se lo
permitiera. Pero como la prudencia de su Director se lo negaba, acudió
El mismo Jesucristo a satisfacer sus deseos de su esposa Gema, dándole
en las manos, pies y costado el Don inestimable de sus cinco llagas,
con las heridas de la flagelación y corona de espinas, por las
que derramaba tanta sangre, que, humanamente hablando, el hecho de que
Santa Gema continuara viva era ya un verdadero milagro.
También a NOSOTROS nos pide algo como a Santa Gema, para completar su Redención en las almas, nos pide al menos, la conformidad con su Divina Voluntad, revistiéndonos de El, lavándonos constantemente con su Preciosísima Sangre, progresando por su Virtud, cada día en el camino espiritual de nuestra propia santificación, meditando continuamente Su Pasión, y acomodando nuestra manera de vivir según sus Divinas Enseñanzas.
También a NOSOTROS nos pide algo como a Santa Gema, para completar su Redención en las almas, nos pide al menos, la conformidad con su Divina Voluntad, revistiéndonos de El, lavándonos constantemente con su Preciosísima Sangre, progresando por su Virtud, cada día en el camino espiritual de nuestra propia santificación, meditando continuamente Su Pasión, y acomodando nuestra manera de vivir según sus Divinas Enseñanzas.
JULIO: Mes de la devoción a la Preciosísima Sangre de Cristo
«Mi Carne es verdadera comida, y Mi Sangre verdadera bebida; el que come Mi Carne, y bebe Mi Sangre, en Mí mora, y Yo en él.» (Jn 6, 56-57)
LETANÍA DE LA SANGRE DE CRISTO
Señor
Jesucristo, que con tu Sangre limpias el pecado del mundo y
nos mereces la salvación. ¡Sálvanos ahora y siempre!
-Señor, ten Misericordia.
-Cristo, ten Misericordia.
-Señor, ten Misericordia.
-Cristo, óyenos.
-Cristo, escúchanos.
-Dios, Padre Celestial, ten Misericordia.
-Dios, Hijo Redentor del mundo, ten Misericordia.
-Dios, Espíritu Santo, ten Misericordia.
-Trinidad Santa, que eres un sólo Dios, ten Misericordia.
Luego de cada invocación se dice: RESCÁTANOS
-Señor, ten Misericordia.
-Cristo, ten Misericordia.
-Señor, ten Misericordia.
-Cristo, óyenos.
-Cristo, escúchanos.
-Dios, Padre Celestial, ten Misericordia.
-Dios, Hijo Redentor del mundo, ten Misericordia.
-Dios, Espíritu Santo, ten Misericordia.
-Trinidad Santa, que eres un sólo Dios, ten Misericordia.
Luego de cada invocación se dice: RESCÁTANOS
-Sangre de Cristo, Hijo Unigénito del Eterno Padre.
-Sangre de Cristo, del Verbo de Dios hecho Hombre.
-Sangre de Cristo, de la Nueva y Eterna Alianza.
-Sangre de Cristo, caída en la tierra durante la Agonía del Huerto.
-Sangre de Cristo, que corrió abundante durante la flagelación.
-Sangre de Cristo, vertida de la Cabeza en la coronación de espinas.
-Sangre de Cristo, derramada en la Cruz.
-Sangre de Cristo, precio de nuestra salvación.
-Sangre de Cristo, con la cual hay redención de los pecados.
-Sangre de Cristo, bebida nuestra en la Eucaristía y baño de las almas.
-Manantial de Misericordia
-Río de Misericordia
-Lago de Misericordia
-Catarata de Misericordia
-Mar de Misericordia
-Océano de Misericordia
-Sangre de Cristo, victoria sobre el demonio.
-Sangre de Cristo, fuerza de los mártires.
-Sangre de Cristo, vigor de los confesores de la fe.
-Sangre de Cristo, que engendra vírgenes.
-Sangre de Cristo, fortaleza de los que peligran.
-Sangre de Cristo, alivio de los que sufren.
-Sangre de Cristo, consuelo en la aflicción.
-Sangre de Cristo, esperanza del pecador.
-Sangre de Cristo, seguridad de los moribundos.
-Sangre de Cristo, paz y delicia de los corazones.
-Sangre de Cristo, prenda de la vida eterna.
-Sangre de Cristo, liberación de las almas del purgatorio.
-Sangre de Cristo, digna de toda gloria y honor.
-Sangre de Cristo, del Verbo de Dios hecho Hombre.
-Sangre de Cristo, de la Nueva y Eterna Alianza.
-Sangre de Cristo, caída en la tierra durante la Agonía del Huerto.
-Sangre de Cristo, que corrió abundante durante la flagelación.
-Sangre de Cristo, vertida de la Cabeza en la coronación de espinas.
-Sangre de Cristo, derramada en la Cruz.
-Sangre de Cristo, precio de nuestra salvación.
-Sangre de Cristo, con la cual hay redención de los pecados.
-Sangre de Cristo, bebida nuestra en la Eucaristía y baño de las almas.
-Manantial de Misericordia
-Río de Misericordia
-Lago de Misericordia
-Catarata de Misericordia
-Mar de Misericordia
-Océano de Misericordia
-Sangre de Cristo, victoria sobre el demonio.
-Sangre de Cristo, fuerza de los mártires.
-Sangre de Cristo, vigor de los confesores de la fe.
-Sangre de Cristo, que engendra vírgenes.
-Sangre de Cristo, fortaleza de los que peligran.
-Sangre de Cristo, alivio de los que sufren.
-Sangre de Cristo, consuelo en la aflicción.
-Sangre de Cristo, esperanza del pecador.
-Sangre de Cristo, seguridad de los moribundos.
-Sangre de Cristo, paz y delicia de los corazones.
-Sangre de Cristo, prenda de la vida eterna.
-Sangre de Cristo, liberación de las almas del purgatorio.
-Sangre de Cristo, digna de toda gloria y honor.
Nos
has redimido, Señor, con tu Sangre.
Y has hecho de nosotros un Reino para nuestro Dios
Omnipotente y Sempiterno Dios, que constituiste a Tu Unigénito Hijo Redentor del mundo y quisiste perdonarnos a través de Su Sangre; te suplicamos nos concedas que de tal modo veneremos el precio de nuestra Redención, que por su virtud seamos preservados en la tierra de los males de la vida presente, para que gocemos en el Cielo de su fruto eterno. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.
Y has hecho de nosotros un Reino para nuestro Dios
Omnipotente y Sempiterno Dios, que constituiste a Tu Unigénito Hijo Redentor del mundo y quisiste perdonarnos a través de Su Sangre; te suplicamos nos concedas que de tal modo veneremos el precio de nuestra Redención, que por su virtud seamos preservados en la tierra de los males de la vida presente, para que gocemos en el Cielo de su fruto eterno. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.
"...Hemos llegado al último
Domingo de junio, mes dedicado al Sagrado Corazón de
Jesús, mientras que en julio la Iglesia expresa con
particular intensidad la devoción a la Preciosísima
Sangre de Cristo. Con estas celebraciones
espirituales, la tradición invita a fijar la mirada de
la fe en el misterio del Amor de Dios, que se ha
revelado en la Encarnación del Hijo. A los hombres y a
las mujeres de hoy, que, sumergidos en un mundo
secularizado, corren el riesgo de perder el centro de
gravedad de su propia existencia, Cristo les ofrece su
Corazón humano y divino, fuente de reconciliación y
principio de vida nueva en el Espíritu Santo..."
(Venerable
Siervo de Dios Juan Pablo II . Ángelus. Domingo 28 de junio de 1998)
¯¯¯
"Empieza hoy el mes de julio, que la
tradición popular dedica a la contemplación
de la Preciosísima Sangre de
Cristo, misterio insondable de
Amor y Misericordia. En la liturgia de hoy,
el apóstol San Pablo afirma en la Carta a
los Gálatas que "para ser libres nos libertó
Cristo" (Ga 5, 1) Esta libertad tiene un
precio muy alto: la Vida, la Sangre del
Redentor. ¡Sí! La Sangre de Cristo es el
precio que Dios pagó para librar a la
humanidad de la esclavitud del pecado y de
la muerte. La Sangre de Cristo es la prueba
irrefutable del Amor del Padre Celestial a
todo hombre, sin excluir a nadie.
Todo esto lo subrayó muy bien el beato Juan XXIII, devoto de la Sangre del Señor desde su infancia, cuando en su hogar oía rezar sus letanías especiales. Elegido Papa, escribió una Carta Apostólica para promover su culto (Inde a primis, 30 de junio de 1960), invitando a los fieles a meditar en el valor infinito de esa Sangre, de la que "una sola gota puede salvar a todo el mundo de cualquier culpa" (Himno Adoro Te Devote). (Venerable Siervo de Dios Juan Pablo II. Ángelus. Domingo 1 de julio de 2001)
Todo esto lo subrayó muy bien el beato Juan XXIII, devoto de la Sangre del Señor desde su infancia, cuando en su hogar oía rezar sus letanías especiales. Elegido Papa, escribió una Carta Apostólica para promover su culto (Inde a primis, 30 de junio de 1960), invitando a los fieles a meditar en el valor infinito de esa Sangre, de la que "una sola gota puede salvar a todo el mundo de cualquier culpa" (Himno Adoro Te Devote). (Venerable Siervo de Dios Juan Pablo II. Ángelus. Domingo 1 de julio de 2001)
¯¯¯
Las figuras
del Antiguo Testamento referidas a la sangre y a su
valor salvífico se han realizado de modo perfecto en
Cristo, sobre todo en su Pascua de Muerte y
Resurrección. Por esto el misterio de la Sangre de
Cristo ocupa un puesto central en la fe y en la
salvación. Con el
misterio de la
Preciosísima
Sangre de Cristo se relacionan o
remiten al mismo:
-El
acontecimiento de la Encarnación del Verbo (cfr. Jn
1,14) y el rito de incorporación del recién nacido
Jesús al pueblo de la Antigua Alianza, mediante su Circuncisión (cfr. Lc 2,21);
-La figura
bíblica del Cordero, con una multitud de aspectos e
implicaciones: "Cordero de Dios, que quita el pecado
del mundo" (Jn 1,29.36); en la que confluye la imagen
del "Siervo sufriente" de Isaías 53, que carga sobre
Sí los sufrimientos y el pecado de la humanidad (cfr.
Is 53,4-5); "Cordero pascual" (cfr. Ex 12,1; Jn
12,36), símbolo de la redención de Israel (cfr. Hech
8,31-35; 1 Cor 5,7; 1 Pe 1,18-20);
-El "Cáliz de
la Pasión", del que habla Jesús, aludiendo a su
inminente muerte redentora, cuando pregunta a los
hijos de Zebedeo: "¿Podéis beber el cáliz que
Yo voy a
beber?" (Mt 20,22; cfr. Mc 10,38) y el Cáliz de la
Agonía del huerto de los olivos (cfr. Lc 22,42-43),
acompañado del sudor de Sangre (cfr. Lc 22,44);
-El Cáliz
Eucarístico, que en el signo del vino contiene la
Sangre de la Alianza nueva y eterna, derramada por la
remisión de los pecados, y es memorial de la Pascua
del Señor (cfr. 1 Cor 11,25) y bebida de salvación,
conforme a las palabras del Maestro: "el que come
Mi
Carne y bebe Mi Sangre tiene vida eterna y Yo le
resucitaré en el último día" (Jn 6,54);
-El
acontecimiento de la muerte, porque mediante la Sangre
derramada en la Cruz, Cristo puso paz entre el Cielo y la
tierra (cfr. Col 1,20);
-El golpe de
la lanza que atravesó el Cuerpo de Cristo, de cuyo
Costado abierto brotaron Sangre y Agua (cfr. Jn
19,34), testimonio de la Redención realizada, signo de
la vida sacramental de la Iglesia –Agua y Sangre,
Bautismo y Eucaristía-, símbolo de la Iglesia nacida
de Cristo dormido en la Cruz.
Con el
misterio de la Preciosísima
Sangre de Cristo se relacionan, de modo
particular, los títulos de Redentor,
porque
Cristo con su Sangre inocente y preciosa nos ha
rescatado de la antigua esclavitud (cfr. 1 Pe 1,19) y
nos "limpia de todo pecado" (1 Jn 1,7); de sumo
Sacerdote de los "bienes futuros", porque Cristo
"no con sangre de machos cabríos y becerros, sino con
su propia Sangre entró una vez para siempre en el
santuario, obteniéndonos la redención eterna" (Heb
9,11-12); de Testigo fiel (cfr. Ap 1,5) que
hace justicia a la sangre de los mártires (cfr. Ap
6,10), que "fueron inmolados por la Palabra de Dios y
por el testimonio que dieron de la misma" (Ap 6,9); de
Rey, el cual, Dios, "reina desde el madero",
adornado con la púrpura de su propia Sangre; de
Esposo y Cordero de Dios, en cuya Sangre
han lavado sus vestiduras los miembros de la comunidad
eclesial –la Esposa–(cfr. Ap 7,14; Ef 5,25-27).
La
extraordinaria importancia de la Sangre de Cristo ha
hecho que su memoria tenga un lugar central y esencial
en la celebración del misterio del culto: ante todo en
el centro mismo de la Asamblea Eucarística, en la que
la Iglesia eleva a Dios Padre, en acción de gracias,
el "cáliz de la bendición" (1 Cor 10,16) y lo ofrece a
los fieles como Sacramento de verdadera y real
"comunión con la Sangre de Cristo" (1 Cor 10,16), y
también en el curso del Año Litúrgico.
La Iglesia
conmemora el misterio de la
Preciosísima Sangre
de Cristo, no sólo en la
Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Señor,
sino también en otras muchas celebraciones, de manera
que la memoria cultual de la Sangre que nos ha
rescatado (cfr. 1 Pe 1,18) está presente durante todo
el Año. En el Triduo Pascual, el
valor y la eficacia redentora de la Sangre de Cristo
son objeto de memoria y adoración constante. En el Viernes Santo, durante la adoración de la Cruz,
y en el día de Pascua. La fiesta de la Preciosísima Sangre de Cristo se celebra el 1
de Julio.
La veneración
de la Sangre de Cristo ha pasado del culto litúrgico a
la piedad popular, en la que tiene un amplio espacio y
numerosas expresiones. Entre éstas hay que recordar:
-La Corona
de la
Preciosísima Sangre de Cristo, en la que con
lecturas bíblicas y oraciones son objeto de meditación
piadosa "Siete efusiones de Sangre" de Cristo,
explícita o implícitamente recordadas en los
Evangelios: la Sangre derramada en la Circuncisión, en
el Huerto de los Olivos, en la Flagelación, en la
Coronación de espinas, en la subida al Monte Calvario,
en la Crucifixión, en el golpe de la lanza;
-Las
Letanías de la Sangre de Cristo: el formulario
actual, aprobado por el Papa Juan XXIII el 24 de
Febrero de 1960, se despliega desde un argumento en el
que la línea histórico-salvífica es claramente visible
y las referencias a pasajes bíblicos son numerosas;
-La Hora
de adoración a la
Preciosísima Sangre de Cristo, que
adquiere una gran variedad de formas, pero con un
único objetivo: la alabanza y la adoración de la
Sangre de Cristo presente en la Eucaristía, el
agradecimiento por los dones de la Redención, la
intercesión para alcanzar misericordia y perdón, la
ofrenda de la Sangre Preciosa por el bien de la
Iglesia;
-El Vía
Sanguinis: un ejercicio de piedad reciente que,
por motivos antropológicos y culturales, ha tenido su
origen en África, donde hoy está particularmente
extendido entre las comunidades cristianas. En el
Vía Sanguinis los fieles, avanzando de un lugar a
otro como en el Vía Crucis, reviven los
diversos momentos en los que el Señor Jesús derramó su
Sangre por nuestra salvación.
martes, 26 de junio de 2012
ORACIÓN EN LENGUAS, PADRE EMILIANO TARDIF
ORACIÓN EN LENGUAS
La
Oración en Lenguas es maravillosa.
Como
nosotros no sabemos orar como conviene, el Espíritu Santo viene en ayuda de
nuestra debilidad para interceder por nosotros con gemidos inefables. (Rm 8,
26.)
No
es el lugar, y ya pasó el tiempo de justificar el Don de Lenguas. Es una
realidad en la Iglesia de hoy. Simplemente quiero confesar mi experiencia: he
visto muchas más curaciones mientras oro en lenguas que con la oración normal,
nos dice el P. Emiliano Tardif.
Un
día me invitaron a un programa de televisión en la ciudad de Bogotá, Colombia,
pidiéndome que orara por los enfermos; lo curioso es que el programa sólo
duraba un minuto, por eso se llamaba “El minuto de Dios”. A mí me parecía
demasiado poco y reclamé diciéndoles:
-Ustedes
duran tres minutos anunciando cervezas y al Señor le dan sólo un minuto…
Empecé
la oración tan apremiado por el tiempo
que oré muy rápido. Al terminar abrí los ojos y vi el reloj: ¡me
quedaban todavía treinta segundos! Mi problema entonces era que no sabía qué
hacer con tanto tiempo. Oré en Lenguas frente a las cámaras de televisión.
Según
testimonio del padre Diego Jaramillo, gran predicador carismático, hubo varias
personas que fueron curadas en esa ocasión.
La
oración en lenguas facilita que se den palabras de conocimiento o
discernimiento carismático. Es cuando estamos más disponibles para que el Señor
nos use porque estamos completamente rendidos a Él.
En
el Segundo Encuentro Carismático de Montreal, me pidieron hacer la oración por
los enfermos. Había unas 65 mil personas en la Eucaristía, la cual era
trasmitida por televisión. Oré mucho en Lenguas y vinieron algunas palabras de
conocimiento que trasmití tal y como me llegaban.
Una
de ellas era así:
-Hay
una buena mamá de 74 años que está sentada frente al televisor de su casa. En
estos momentos el Señor la está sanando de sus ojos que no pueden ver.
Al
terminar se me acercó un sacerdote que me tenía cierta confianza y me dijo:
-¿Pero
es que tú estás loco? ¿Cómo anunciar ante 65 mil personas que una mujer ciega
está delante del televisor?
Era
tan lógica su objeción que no le pude responder. Pero al día siguiente salí a
visitar a mi familia a 200 kilómetros de Montreal. Cuando llegué alguien me
dijo:
-Padre,
cerca de aquí vive la señora que se sanó delante de la televisión.
A
mí me dio tanto gusto que fui a visitarla. Se llamaba Joseph Edmond Poulin y
efectivamente tenía 74 años. Había enfermado de la retina. Después de un
tratamiento especializado, los médicos afirmaron que su enfermedad era progresiva
e incurable.
Una
amiga le sugirió estar delante del televisor siguiendo la Misa de sanación del
Congreso de Montreal.
Cuando
hice el anuncio, ella sintió mucho ardor en los ojos.
Yo
le pregunté si podía leer a lo cual me contestó negativamente. Entonces añadí:
-El
Señor no hace las cosas a medias. Vamos a orar para que usted pueda leer la
Palabra de Dios.
Tres
días después me llamó por teléfono para comunicarme la alegre noticia de que
estaba leyendo la Biblia.
El
Don de Lenguas me dispuso para que el Señor comunicara lo que Él estaba
haciendo.
P. Tardif
¿CÓMO ORAR CUANDO ESTÁS DECEPCIONADO?
¿CÓMO ORAR CUANDO ESTÁS DECEPCIONADO?
¿Buscamos
certezas? Aquí está la más sólida de todas. Del amor de Dios podemos estar
siempre seguros, completamente seguros.
Seguramente
has tenido la experiencia de una decepción, un fracaso, una traición, de cuando
tal vez alguien que considerabas un buen amigo o un buen socio te da una
puñalada por la espalda, un ser querido que desaparece cuando más lo necesitas
y te deja en completa soledad, un tiempo prolongado de inestabilidad en tu
casa, de un hermano, un hijo o un amigo que se va, de alguien que no cumplió su
palabra y tú sufriste graves consecuencias, un sueño en el que has invertido
mucho y se te derrumba... Me refiero a la experiencia de haber puesto tus
esperanzas en alguien o en algo y que todo se te venga abajo.
Experimentas una gran decepción. Surgen en la mente todo tipo de preguntas. Te cuestionas si fuiste tú el culpable. Dudas de todo y de todos. Como Jeremías, tu también dices: Maldito el hombre que confía en el hombre (Jer 17, 5) y como el salmista: Mejor es confiar en Yahvé, que confiar en el hombre. (Salmo 118)
Hay personas que en éstas circunstancias se desmoronan, caen en profunda depresión, otros incluso se suicidan. Son situaciones difíciles, a veces muy difíciles, pero también pueden ser muy provechosas. Yo creo que, por más dolorosas que se presenten, son oportunidades de oro para afianzarse y crecer. Cuando se te desmorona un edificio, es una oportunidad privilegiada para construir, ahora sí, sobre roca firme. He tenido experiencias de éstas en mi vida y he podido acompañar a muchas personas en momentos similares y los he visto madurar y superarse como nunca.
Lo que se echa de menos en estas situaciones es la fidelidad. Viene una gran nostalgia de un amor que sea fiel, que no falle, que no pueda fallar. Algo o alguien que dé garantías de estabilidad. El amor no puede pisar sobre arenas movedizas, necesita tierra firme: FIDELIDAD. Y entonces nos acordamos de Dios. Ayer mismo, una universitaria que participa en el taller de oración que estoy impartiendo en Medellín, me decía: En estos momentos, sé y entiendo que si estoy con Dios, nadie puede afectar mi estabilidad.
En el contexto bíblico, la fidelidad es sobre todo un atributo divino: Dios se nos da a conocer como Aquél que es fiel para siempre a la alianza que ha establecido con su pueblo, no obstante la infidelidad de éste. En su fidelidad, Dios garantiza el cumplimiento de su plan de amor, y por esto es también digno de fe y veraz. (Benedicto XVI, 11 de junio de 2012)
No porque Dios sea fiel se acabaron los problemas. El es fiel, pero sus designios no dejan de ser misteriosos. Por nuestra parte, seguimos siendo libres: otro gran misterio. Nuestra relación con Dios, nuestro fiarnos de Dios, no está completamente resuelto en Él. Somos libres y por ello nuestra relación con Él mantiene un carácter fundamental de pregunta.
Si vivimos estos momentos como personas humildes, profundas y coherentes, en lugar de caer en un hoyo, son oportunidades excelentes para crecer en el conocimiento de Dios y en amistad con Él. En tiempos de "arenas movedizas" creo que hay que buscar espacios de silencio y soledad y hacer oración. Este es el consejo de Santiago: ¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. (Santiago 5, 13)
En la oración experimentamos a Alguien que sí es fiel, la Roca firme en la que podemos confiar. Y no es que haya que ir a la oración como un escape o en busca de un sedante, sino en busca de Alguien, del único que es eternamente fiel. A la oración vamos a pisar Roca firme, vamos a abrazarnos a un Amor seguro, a descansar en un Amigo eterno. Dios es y será fiel a su Alianza.
¿Buscamos certezas? Aquí está la más sólida de todas. Del amor de Dios podemos estar siempre seguros, completamente seguros. Lo sintamos o no lo sintamos. A veces dudamos del amor de Dios porque no nos concede lo que pedimos, pero no es que diga "no" sino "te tengo algo mejor"; otra cosa es que no lo entendamos. Creo que Cristo tampoco entendió que el Padre guardara silencio en su oración en Getsemaní. Pero más tarde resucitó.
Experimentas una gran decepción. Surgen en la mente todo tipo de preguntas. Te cuestionas si fuiste tú el culpable. Dudas de todo y de todos. Como Jeremías, tu también dices: Maldito el hombre que confía en el hombre (Jer 17, 5) y como el salmista: Mejor es confiar en Yahvé, que confiar en el hombre. (Salmo 118)
Hay personas que en éstas circunstancias se desmoronan, caen en profunda depresión, otros incluso se suicidan. Son situaciones difíciles, a veces muy difíciles, pero también pueden ser muy provechosas. Yo creo que, por más dolorosas que se presenten, son oportunidades de oro para afianzarse y crecer. Cuando se te desmorona un edificio, es una oportunidad privilegiada para construir, ahora sí, sobre roca firme. He tenido experiencias de éstas en mi vida y he podido acompañar a muchas personas en momentos similares y los he visto madurar y superarse como nunca.
Lo que se echa de menos en estas situaciones es la fidelidad. Viene una gran nostalgia de un amor que sea fiel, que no falle, que no pueda fallar. Algo o alguien que dé garantías de estabilidad. El amor no puede pisar sobre arenas movedizas, necesita tierra firme: FIDELIDAD. Y entonces nos acordamos de Dios. Ayer mismo, una universitaria que participa en el taller de oración que estoy impartiendo en Medellín, me decía: En estos momentos, sé y entiendo que si estoy con Dios, nadie puede afectar mi estabilidad.
En el contexto bíblico, la fidelidad es sobre todo un atributo divino: Dios se nos da a conocer como Aquél que es fiel para siempre a la alianza que ha establecido con su pueblo, no obstante la infidelidad de éste. En su fidelidad, Dios garantiza el cumplimiento de su plan de amor, y por esto es también digno de fe y veraz. (Benedicto XVI, 11 de junio de 2012)
No porque Dios sea fiel se acabaron los problemas. El es fiel, pero sus designios no dejan de ser misteriosos. Por nuestra parte, seguimos siendo libres: otro gran misterio. Nuestra relación con Dios, nuestro fiarnos de Dios, no está completamente resuelto en Él. Somos libres y por ello nuestra relación con Él mantiene un carácter fundamental de pregunta.
Si vivimos estos momentos como personas humildes, profundas y coherentes, en lugar de caer en un hoyo, son oportunidades excelentes para crecer en el conocimiento de Dios y en amistad con Él. En tiempos de "arenas movedizas" creo que hay que buscar espacios de silencio y soledad y hacer oración. Este es el consejo de Santiago: ¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. (Santiago 5, 13)
En la oración experimentamos a Alguien que sí es fiel, la Roca firme en la que podemos confiar. Y no es que haya que ir a la oración como un escape o en busca de un sedante, sino en busca de Alguien, del único que es eternamente fiel. A la oración vamos a pisar Roca firme, vamos a abrazarnos a un Amor seguro, a descansar en un Amigo eterno. Dios es y será fiel a su Alianza.
¿Buscamos certezas? Aquí está la más sólida de todas. Del amor de Dios podemos estar siempre seguros, completamente seguros. Lo sintamos o no lo sintamos. A veces dudamos del amor de Dios porque no nos concede lo que pedimos, pero no es que diga "no" sino "te tengo algo mejor"; otra cosa es que no lo entendamos. Creo que Cristo tampoco entendió que el Padre guardara silencio en su oración en Getsemaní. Pero más tarde resucitó.
Autor: P Evaristo Sada LC
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