21 enero 2012

JUAN PABLO II - PRECIOSO HOMENAJE.

CANCIÓN DEDICADA A LA VIRGEN MARÍA - Jesús Adrian Romero (compositor)

Creer en Jesús. (Parte II)

Creer en Jesús

Parte II

Por José Miguel Arráiz
 Jesús

Así dice el Señor:

“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna” Juan 6,47  
En el estudio anterior meditábamos estas palabras, donde el Señor nos dice que para tener vida, hay que creer en Él. Estudiamos también que creer en Él implicaba creerle a Él, que se traduce en escuchar su enseñanza a través del estudio de la palabra de Dios bajo el abrigo de la Iglesia.
“Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.” Juan 14,23-24
Por eso, creer en Jesús significa aceptarle como Señor supremo de nuestra vida, y que en nuestra vida no se haga nuestra voluntad, sino la suya. Una vez hemos comenzado a hacer esto, somos sus discípulos.
El Testimonio

Así dice el Señor:

“«Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos  los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5,13-16

El discípulo de Jesús es la sal de la tierra, porque es quien lleva y transmite el mensaje del Señor al mundo entero. Es luz del mundo, no por él mismo, sino porque transmite la luz que el Señor le ha dado.  Ya decía el Apostol Pablo:
“Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido” 1 Corintios 11,23-24
El cristiano tiene la obligación no solo de guardar la palabra de Dios (estudiarla y practicarla), sino de transmitirla, ya que no se enciende una lámpara, para esconderla debajo de la mesa.
El cristiano debe dar el ejemplo con su conducta, ya que hay algo peor que pecar, ¿Oyeron?, Si, hay algo peor que pecar, y es hacer pecar a los demás. Ya lo decía Jesús a sus discípulos sobre aquellos que den mal ejemplo y sean causa de pecado a otros:
“Dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le vale que le pongan al cuello  una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos  pequeños.” Lucas 17,1-2
¿Cuántas veces reenviamos a nuestros amigos correos indecentes? ¿Cuántas veces celebramos actitudes que en nuestros hermanos van en contra de la voluntad de Dios? ¿Cuántas veces dejamos de corregir al hermano cuando en frente de nosotros desea la mujer de ajena?. Así como este, hay cientos de casos en que dejamos de ser sal de la tierra y no servimos sino para ser pisoteados.
¿Es que acaso el cristiano puede desentenderse su obligación de ser sal de la tierra?
“A ti, también, hijo de hombre, te he hecho yo centinela de la casa de Israel. Cuando oigas una palabra de mi boca, les advertirás de mi parte. Si yo digo al malvado: «Malvado, vas a morir sin remedio», y tú no le hablas para advertir al malvado que deje su conducta, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre yo te pediré cuentas a tiSi por el contrario adviertes al malvado que se convierta de su conducta, y él no se convierte, morirá él debido a su culpa, mientras que tú habrás salvado tu vida.” Ezequiel 33,7-9
Tenemos el deber de advertir del peligro del pecado a nuestros hermanos, y mostrarles con nuestro ejemplo el camino correcto. En ellos quedará ya decidir que camino tomar, pero nunca deben tomar el mal camino sin haber hecho nosotros todo lo que Dios ha puesto en nuestras manos para evitarlo.
Recuerda: Eres sal de la tierra, eres luz del mundo, eres testimonio!!!!

fuente: apologeticacatolica.org

ORACION EN VERSO

Estáte, Señor, conmigo
siempre, sin jamás partirte,
y, cuando decidas irte,
llévame, Señor, contigo;
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.

Llévame en tu compañía,
donde tú vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;
si tú vida no me das,
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mí te vas.

Por eso, más que a la muerte,
temo, Señor, tu partida
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte;
pues la inmortal que tú das
sé que alcanzarla no puedo
cuando yo sin ti me quedo,
cuando tú sin mí te vas.

20 enero 2012

LA ABLACIÓN FEMENINA - WARIS DIRIE

UNA APORTACION DE BLANCA ROSA RAMOS RAMOS.

CREER EN JESUS

Creer en Jesús

Por José Miguel Arráiz
 JesúsAsí dice el Señor: 
“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.” Juan 6,47  
Si, con estas palabras, nuestro Señor nos dice que para tener vida, hay que creer en Él.
Pero ¿Qué significa creer en Jesús?
Creer en Jesús significa creerle a Jesús, creer que todo lo que dice es verdad, y conformar nuestra vida conforme a eso.
“Si me amáis, guardaréis mis mandamientos;” Juan 14,15
“Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.” Juan 14,23-24
Creer en Jesús significa aceptarle como Señor supremo de nuestra vida, y que en nuestra vida no se haga nuestra voluntad, sino la suya.
Jesús, único maestro
Muchas veces decimos creer en Jesús, pero cada vez que aceptamos o seguimos un maestro cuyas enseñanzas contradicen el mensaje de Jesús, no estamos creyendo en Jesús, sino que estamos creyendo en otro maestro, diferente.
“Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.” Juan 14,6
Jesús debe ser nuestro único maestro, si deseamos ser de verdad discípulos de Él.
Y para poder saber cual es la enseñanza del maestro, para poder conocer la voluntad de Dios, debemos alimentarnos de su palabra y de la enseñanza de la Iglesia:
“Mas él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. ” Mateo 4,4  
Si un cristiano no estudia a diario su palabra, y no se alimenta de ella ¿Podrá saber cual es la voluntad de Dios? ¿Podrá obedecer a Dios sino conoce su palabra?
No se puede hacer lo que no se conoce, no podemos saber que quiere de nosotros sino leemos su palabra, sino escuchamos la enseñanza de la Iglesia, a quien Cristo prometió llevar a la verdad completa:
“Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir.” Juan 16,13
Y les dio autoridad:
“Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»” Juan 20,21
Ya que escucharles es escucharle a Él:
“«Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza  a mí, rechaza al que me ha enviado.»” Lucas 10,16
En fin, para saber cual es la voluntad de Cristo, lo principal es acudir asiduamente a las fuentes que nos ha dejado para conocerla, que son su palabra y la enseñanza de nuestra Iglesia.
Pero el cristiano no debe limitarse a escuchar la palabra de Dios, sino debe tratar por medio de la gracia de Dios, y de todas sus fuerzas en practicarla:
“No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; = apartaos de mí, agentes de iniquidad!" = «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»” Mateo 7,21-27
Si no tomamos en serio el estudio de la palabra, y no la practicamos, nos pasará como la tierra llena de espigas, donde al caer la semilla se vio ahogada y no dio fruto.
Creer en Jesús es guardar su palabra, que significa estudiarla, meditarla y practicarla, para que algún día podamos decir como Pablo:
“y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2,20
Eso es: Creer en Jesús…

FUENTE: APOLOGETICACATOLICA.ORG

18 enero 2012

" SIN MIEDO AL MAR"....Mensaje del Padre Marcelo Rossi

MENSAJE

Sin miedo al mar

Se dice que incluso antes de llegar un río al océano,el rio tiembla
de miedo.

Vuelve a mirar todo el recorrido: los Alpes, las montañas, el largo camino sinuoso a través de los bosques,por los pueblos, y ve delante a un inmenso océano que entrar en él significaría desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera.

El río no puede regresar.

Nadie puede volver atrás.

Volver en la existencia es imposible.

Usted sólo puede seguir adelante.

El río tiene que correr el riesgo y entrar en el océano.

Y sólo cuando entra en el océano es que el miedo desaparece, porque sólo entonces el río sabrá
que no se trata de desaparecer en el océano. Sino convertirse en el océano.
Por un lado, es desaparecer y por otro lado es un renacer. Asi somos.

Sólo podemos ir hacia adelante y arriesgar. ¡Ánimo!¡Coraje!.


Mensaje del dia18/01/12 del Padre Marcelo Rossi.