Ágape= Amor Incondicional. El amor que se profesa sin esperar nada a cambio.El Amor de Dios.
04 mayo 2012
03 mayo 2012
3 DE MAYO FIESTA DE LA SANTA CRUZ
Autor: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net
Santa Cruz
Fiesta, Mayo 3

Fiesta
Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com
Santa Cruz
Fiesta, Mayo 3
Fiesta
Mayo 3
Etimológicamente significa “lo mismo”. Viene de la lengua latina.
Hoy se celebra en Granada y en el mundo el día de la Cruz. Una preciosa fiesta popular que arranca desde el día en que se encontró la Santa Cruz en el año 326.
Casi todas las fiestas tienen un origen religioso. Hay algunos que en la actualidad las quieren convertir simplemente en culturales, abandonado su trasfondo religioso.
Eusebio de Cesarea fue un gran historiador de aquellos tiempos. Cuenta en sus libros que el General Constantino no era creyente pero le tenía mucho respeto a los cristianos por su paz y el bien que hacían en todos sitios.
Antes de una dura batalla contra Majencio –jefe de Roma -, tuvo un sueño en el que pudo contemplar una cruz luminosa y una voz que le decía:"Con este signo vencerás"
Y sin tener la menor duda de su triunfo, puso en todos los estandartes y banderas la cruz. Y arengando a las tropas les decía:"Confío en Cristo en quien cree mi madre Elena".
Al ganar la batalla, llegó bien pronto a ser emperador. Decretó el cese de perseguir a los cristianos y la libertad religiosa.
Hay, además, otros escritores célebres como san Ambrosio y Juan Crisóstomo afirman que Elena se fue a Jerusalén en busca de la Cruz del Señor.
Los arqueólogos se emplearon a fondo en esta labor. Al cabo del tiempo, encontraron tres cruces. ¿Cuál era la de Jesús? La respuesta se la dio una mujer que estaba muy enferma. Al tocarla, quedó curada.
Elena y el obispo de Jerusalén juntamente con muchos creyentes, la llevaron en procesión por las calles de la ciudad.
A raíz de estos acontecimientos se implantó esta fiesta por todo el orbe cristiano.
Ultimamente, al hacer la reforma del calendario litúrgico, ha desaparecido como fiesta. Pero el pueblo, siempre sencillo, la sigue celebrando.
Por ejemplo es Granada es fiesta. De esta forma, mantiene viva la tradición.
Fiesta de la Santa Cruz en México
¡Felicidades a quienes celebran hoy esta fiesta!
Hoy se celebra en Granada y en el mundo el día de la Cruz. Una preciosa fiesta popular que arranca desde el día en que se encontró la Santa Cruz en el año 326.
Casi todas las fiestas tienen un origen religioso. Hay algunos que en la actualidad las quieren convertir simplemente en culturales, abandonado su trasfondo religioso.
Eusebio de Cesarea fue un gran historiador de aquellos tiempos. Cuenta en sus libros que el General Constantino no era creyente pero le tenía mucho respeto a los cristianos por su paz y el bien que hacían en todos sitios.
Antes de una dura batalla contra Majencio –jefe de Roma -, tuvo un sueño en el que pudo contemplar una cruz luminosa y una voz que le decía:"Con este signo vencerás"
Y sin tener la menor duda de su triunfo, puso en todos los estandartes y banderas la cruz. Y arengando a las tropas les decía:"Confío en Cristo en quien cree mi madre Elena".
Al ganar la batalla, llegó bien pronto a ser emperador. Decretó el cese de perseguir a los cristianos y la libertad religiosa.
Hay, además, otros escritores célebres como san Ambrosio y Juan Crisóstomo afirman que Elena se fue a Jerusalén en busca de la Cruz del Señor.
Los arqueólogos se emplearon a fondo en esta labor. Al cabo del tiempo, encontraron tres cruces. ¿Cuál era la de Jesús? La respuesta se la dio una mujer que estaba muy enferma. Al tocarla, quedó curada.
Elena y el obispo de Jerusalén juntamente con muchos creyentes, la llevaron en procesión por las calles de la ciudad.
A raíz de estos acontecimientos se implantó esta fiesta por todo el orbe cristiano.
Ultimamente, al hacer la reforma del calendario litúrgico, ha desaparecido como fiesta. Pero el pueblo, siempre sencillo, la sigue celebrando.
Por ejemplo es Granada es fiesta. De esta forma, mantiene viva la tradición.
Fiesta de la Santa Cruz en México
¡Felicidades a quienes celebran hoy esta fiesta!
Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com
REFLEXIÓN: ¡Salve, oh cruz, esperanza única!
Autor: Cefid | Fuente: Catholic.net
¡Salve, oh cruz, esperanza única!
¡Salve, oh cruz, esperanza única!
Fiesta de la Santa Cruz. Jesús, ayúdame a valorar la cruz como el regalo que Tú me ofreces para identificarme contigo. | |
Jesús, ayúdame a valorar la cruz como el regalo que Tú me ofreces para identificarme contigo. Que no huya de ella. Dame la fortaleza para estar siempre en vela contigo, y no abandonarte nunca. 1. La cruz: acoger sin reservas el plan de Dios La cruz no es un producto muy cotizado en nuestros días. A inicios del tercer milenio, lo que más se busca y anhela es el bienestar, el placer. Y sin embargo, muchas veces nos encontramos con hombres y mujeres hastiados, incluso heridos, por la vida. Personas que lo han disfrutado todo, lo han experimentado todo, y sin embargo, son seres profundamente infelices. Nos hemos olvidado del signo del cristiano, que es la cruz. La hemos domesticado. No nos impresiona. Incluso es un adorno para nuestras casas o nuestro cuerpo. Y precisamente ahí, en ese olvido de la cruz, está el inicio de nuestro vacío interior. Cristo enunció claramente la ley de la fecundidad en la vida: “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo... pero si cae en el surco, dará mucho fruto”(Jn, 12, 24). Pero la pura idea de pudrirnos en el surco muchas veces nos causa miedo, desasosiego interior. Somos hijos de nuestro tiempo... pero también somos hijos de Dios y hermanos del Crucificado... Ahora bien, la cruz y la abnegación en nuestra vida no pueden quedarse en poesía e ideas abstractas. En realidad, seguir a Cristo por el camino de la cruz significa renunciar al propio proyecto, a menudo limitado, para acoger el de Dios. Es decir no a nuestra tendencia a lo más cómodo para acoger la invitación de Cristo a caminar junto a Él con una vida coherente de cristianos. Es renunciar a la “ley del mínimo esfuerzo” para vivir más bien según la “ley de la máxima entrega”. Es aceptar la vocación que Cristo ha querido regalarme y seguirla hasta las últimas consecuencias, aunque a veces sangre el corazón. Es el camino de la verdadera libertad. ¿Vivo de verdad en la libertad de los hijos de Dios? ¿Qué me detiene? La cruz y la negación de sí mismo es el camino de la conversión indispensable para la existencia cristiana, y por eso no debemos tenerle miedo. En la medida en que configuremos nuestra existencia con la de Cristo, sobre todo por la oración y el ejercicio práctico de las virtudes, podremos decir como San Pablo: “Ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí.” 2. La cruz: signo del amor hasta el extremo Cuando Cristo nos regala la cruz, nos obsequia la oportunidad de amar en plenitud. Pero debemos evitar la trampa de creer que la cruz está presente en nuestra vida sólo en los grandes momentos de dolor, como puede ser la muerte de un ser querido, una enfermedad o un fracaso. La cruz es nuestra inseparable compañera, porque Cristo quiere que experimentemos su amor constantemente, y que cada día le amemos más y mejor. Ésta se manifiesta muchas veces en la fidelidad a nuestro deber cotidiano hecho por amor. En su última cena, Jesucristo nos dio ejemplo e invitó a amar “hasta el extremo”. Esta manera de amar quiere decir estar dispuestos a afrontar esfuerzos y dificultades por Cristo. Significa que debemos olvidarnos un poco, “desaparecer” un poco nosotros para que Cristo aparezca. Naturalmente, ser seguidor de Cristo nunca a sido una tarea fácil. Amar como Él nos ha amado significa también no temer insultos ni persecuciones por nuestra vida coherente, por nuestra fidelidad al Evangelio. La historia de la Iglesia está jalonada por los testimonios de hombres y mujeres que han sabido amar así. Muchos de ellos son mártires cuya sangre se ha mezclado con la de Cristo crucificado. Pero también existen otros mártires, que son los que han despreciado su honra, su fama, su triunfo personal antes de traicionar a Cristo. Finalmente, el amor hasta el extremo que es la cruz nos exige estar dispuestos a amar a nuestros enemigos y rogar por los que nos persigan. Ahí está, precisamente, el núcleo de nuestro mensaje y el detonador de la revolución que ha causado la encarnación, muerte y resurrección de Cristo: la caridad, el perdón, la entrega sin reserva. ¿Acepto yo la cruz en mi vida? ¿La llevo con alegría, como el medio privilegiado para amar como Cristo me ha amado y ha amado a los hombres? 3. La cruz: garantía de nuestra victoria Una de las clásicas objeciones a la bondad de Dios, e incluso a su existencia, es la presencia del sufrimiento en el mundo. Sin embargo, Cristo ha vencido con su vida y, de modo especial en el misterio pascual, el sinsentido del dolor. Cristo ha redimido el dolor porque Él mismo lo ha asumido en su pasión. En Él nuestra debilidad, que experimentamos sobre todo al sufrir, se convierte en el medio para nuestro triunfo. Con relativa frecuencia se nos acusa a los cristianos de ser masoquistas al poner tanto interés en la cruz. Sin embargo, cuando penetramos con el corazón en el misterio de la cruz de Cristo, nos damos cuenta de que en realidad el cristiano no busca el sufrimiento por sí mismo, sino el amor. El dolor, por el dolor mismo, no tiene ningún sentido. Pero el amor, si es auténtico, se manifiesta en la entrega. Y la entrega, no de lo que nos sobra, sino de nosotros mismos casi siempre es dolorosa. Es sólo Cristo, con su ejemplo, que nos muestra la fecundidad del dolor, sobre todo en la renuncia a nosotros mismos. Esta cruz que el Señor nos ofrece cada día de mil maneras se transforma, cuando la acogemos, en el signo del amor y del don total. Llevarla en pos de Cristo, condición indispensable para ser sus discípulos, quiere decir unirse a Él en el ofrecimiento de la prueba máxima de amor. Cada quien tiene su cruz, personal e intransferible. Y sigue siendo válido lo que se dice que Constantino vio en el puente Milvio: “Con este signo [el de la cruz] vencerás”. Cuando algo nos cuesta, disfrutamos mucho de sentirnos amados. Volcamos nuestra pena y dolor en una persona cercana, para que nos ayude a cargar nuestra cruz. Cuando el sufrimiento toca a nuestra puerta, es que Cristo quiere que le permitamos descansar un poco, llevando nosotros aunque sea una astilla de su cruz, una espina de su corona. ¿Podemos negarle amor al Amor? ¿Nos damos cuenta de que sólo amando, entregándonos, llevando la cruz de Cristo seremos plenamente humanos y cristianos? Jesús mío, que quisiste morir en la Cruz para salvarme a mí y a todos los hombres, concédeme aceptar por tu amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, ayudar a mis hermanos a cargar la suya, de manera que podamos unirnos más íntimamente a Ti, desaparecer nosotros para que Tú aparezcas, y gozar en el cielo los frutos de tu redención. Amén. __________________________ Treinta días de oración a la Reina del Cielo. A lo largo del mes de mayo, tengamos a María presente en nuestro corazón y en nuestros hogares, entregándole un ramo de Rosas de oración. |
01 mayo 2012
MAYO,MES DE LAS MADRES...PIDE TU ORACIÓN AQUI:
http://www.es.catholic.net/madres/
En este mes de Mayo, mes en el que en muchos países se celebra el día de la madre, varios sacerdotes alrededor del mundo han ofrecido celebrar la Eucaristía por nuestras madres el 10 de Mayo, para que Dios las ayude a ser cada día más santas y nos ayude a conservar y hacer crecer su amor.
En este mes de Mayo, mes en el que en muchos países se celebra el día de la madre, varios sacerdotes alrededor del mundo han ofrecido celebrar la Eucaristía por nuestras madres el 10 de Mayo, para que Dios las ayude a ser cada día más santas y nos ayude a conservar y hacer crecer su amor.
Sin duda alguna, la Eucaristía es la mayor
muestra de amor que puede existir. Es una muestra de Amor infinito, Dios
que se entrega por amor al hombre. Así mismo, es fuente de gracias
infinitas para los que participan en ella.
¿Qué mayor muestra de amor le puedes regalar a tu madre, que una misa celebrada por ella?
Además, es un regalo que les viene bien a
todas las madres por igual. Si tu madre es joven, una misa le encantará;
si es anciana, lo mismo. Si es piadosa, la apreciará, si no lo es, le
será muy útil. E igual le servirá si está sana o si está enferma; si
está viva o si está muerta.
No tienes que pagar nada, pues las misas han sido donadas por los sacerdotes y es un servicio totalmente gratuito.
Pero también puedes enviar a tu madre como regalo del Día de la Madre, un certificado de la misa que se celebrará por ella, como muestra palpable del cariño que le tienes. El costo del certificado es de $5 usd. Ella te lo agradecerá enormemente y Catholic.net también, pues estarás dando un regalo muy valioso a tu madre y a la vez, nos estarás ayudando con tu granito de arena a poder continuar con nuestro servicio a la Iglesia.
Para regalar una misa a tu madre, sólo
tienes que llenar el formato que se encuentra a continuación y, de
manera automática, su nombre será incluido en las Celebraciones
Eucarísticas que se llevarán a cabo con esta intención.Pero también puedes enviar a tu madre como regalo del Día de la Madre, un certificado de la misa que se celebrará por ella, como muestra palpable del cariño que le tienes. El costo del certificado es de $5 usd. Ella te lo agradecerá enormemente y Catholic.net también, pues estarás dando un regalo muy valioso a tu madre y a la vez, nos estarás ayudando con tu granito de arena a poder continuar con nuestro servicio a la Iglesia.
Meditaciones para el Mes de María: Día 1
Recomendaciones Previas a la oración

Todos los días empezar con la oración inicial; después leyendo con atención la meditación del día, a continuación hablas con Dios y con María con tus propias palabras y por último, la oración final. Recomendamos:
No apurar la oración: No es leer y ya está. Dale tiempo a que Ella te hable.
Lo mejor de estas meditaciones es lo que no está escrito; la conversación personal e íntima que tengas con María.
ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA
Santa María, ¡Madre de Dios y Madre mía! Eres más madre que todas las madres juntas: cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:
- "NO TIENEN VINO": presenta siempre a tu Hijo mis necesidades y las de todos tus hijos.
- "HACED LO QUE ÉL OS DIGA": dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para hacerlo fielmente.
- "HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR": que yo no tenga otra respuesta ante todo lo que Él me insinúe.
MEDITACIÓN DEL DÍA: Mi Compañera
"Nuestra Señora -decía Teresa de Calcuta- me acompaña en todos los viajes; la llamo mi Compañera desde que un día, en Berhampur, le dije al capellán de las Hermanas que me regalase una imagen de María Milagrosa con las manos abiertas, derramando gracias sobre el mundo. Aceptó encantado, embaló la imagen y la llevó a la estación. Era una imagen muy grande, casi de tamaño natural, así que el jefe de estación quería que la facturase y pagase la correspondiente tarifa. Pero yo tenía un pase en los ferrocarriles para mí y una compañera, así que le dije: "ésta es mi compañera..." y me dejó viajar con la imagen sin pagar nada por ello. Desde entonces, la Virgen me acompaña siempre en mis desplazamientos. Nunca viajo sola"
Es ahora cuando puedes hablar con Santa María. Si quieres puedes empezar diciéndole lo escrito a continuación; luego comenta algo más con Ella.
María, siempre, pero de modo muy especial en este mes de mayo, necesito que me acompañes, que estés conmigo todo el día. Me gustaría darme más cuenta de que realmente te tengo a mi lado en todo momento; aprovecharé -si me ayudas- cada imagen tuya que vea para decirte algo, recordarlo y contar contigo. Gracias, "Compañera".
ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA
¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén
REFLEXIÓN: LA VOZ DEL PASTOR
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30 abril 2012
¿Por qué mayo es el mes de Maria? ¿Dónde comienza esta antigua tradición?
Veamos un poco, y hagamos nuestra esta hermosa tradición.
El
mes de Maria es una antigua y muy bella tradición, que tiene sus
inicios en Europa, continente que se caracteriza precisamente, por sus
profundas raíces cristianas, como lo testifica su historia, su cultura y
su religión.
El Mes de María se reza en Mayo, en el llamado “mes de las flores”, que se llama así, porque con la llegada del buen tiempo y tras las lluvias invernales, el campo y los jardines comienzan a cubrirse de un verde intenso y de los colores y aromas de las flores. Es el apogeo de la primavera.
Y así, desde la edad media se consagró el “mes de las flores” a la Virgen María para rendir culto a las virtudes y bellezas de la Madre de Dios. La primera noticia clara que se tiene de la consagración del mes de mayo a la Virgen, viene de Alfonso X, “el Sabio”, rey de España, en el siglo XIII. Este rey – Juglar cantaba en sus “Cantigas de Santa María” los loores de mayo en honor de la Virgen Santísima.
Con el florecimiento espiritual del siglo XVI se dio gran impulso a esta hermosa práctica, con especiales ejercicios de piedad durante todos los días, en los que se van considerando diversos misterios, títulos y excelencias de la Madre del Señor. La universalización de esta práctica vino a verificarse en el siglo XIX, cuando fue favorecida y enriquecida con indulgencias por los sumos Pontífices Pío VII y Pío VIII.
Ya en el siglo XIII, el Rey Alfonso X, el Sabio invitaba a alabar e invocar a María, ante su altar, en el mes de las flores. Y él mismo escribió las Cantigas de Santa María, porque quería “trovar en honor de la Rosa de las Rosas y de la Flor de las flores”.
En Italia fue San Felipe Neri, en el siglo XVI, el iniciador del Mes de Mayo dedicado a María, con la costumbre de invitar a los jóvenes a cantar, llevar flores y ofrecer sacrificios a la Virgen.
En el continente de América, fueron los misioneros españoles los que difundieron y promovieron la tradición de dedicar el mes de mayo al mes de Maria. Por este motivo, existe una gran devoción popular y afecto hacia la Madre de Dios, como así lo testimonian los innumerables santuarios marianos bajo diversas advocaciones.
¿ Qué podemos hacer y practicar en el mes de Maria, en honor de la Santísima Virgen?
En la Iglesia, durante la adoración, en la visitas al Santísimo Sacramento del Altar (donde María está realmente presente), o en mi casa en los momentos libres, solo o en familia, podemos y seria muy beneficioso para el crecimiento de nuestra vida espiritual:
Reflexionar en los principales misterios de la vida de María.
Reflexionar implica hacer un esfuerzo con la mente, la imaginación y,
también, con el corazón, para profundizar en las virtudes que la Virgen
vivió a lo largo de su vida. Podemos meditar en cómo María se comportó,
por ejemplo, durante:
-la Anunciación (Lc 1, 26)
-la Visita a su prima Isabel (Lc 1, 39)
-el Nacimiento de Cristo (Lc 2, 1)
-la Presentación del Niño Jesús en el Templo (Lc 2, 22)
-el Niño Jesús perdido y hallado en el templo (Lc 2, 40)
-las Bodas de Caná (Jn 2, 1)
-María al pie de la cruz. (Jn 19, 25)
Recordar las apariciones de la Virgen.
En Fátima, Portugal; en Lourdes, Francia y en el Tepeyac, México
Guadalupe, la Virgen entrega diversos mensajes, todos relacionados con
el amor que Ella nos tiene a nosotros, sus hijos.
Meditar en los cuatro dogmas acerca de la Virgen María que son:
Su inmaculada concepción: A la única mujer que Dios le permitió ser
concebida y nacer sin pecado original fue a la Virgen María porque iba a
ser madre de Cristo.
Su maternidad divina: La Virgen María es verdadera madre humana de Jesucristo, el hijo de Dios.
Su perpetua virginidad: María concibió por obra del Espíritu Santo, por lo que siempre permaneció virgen.
Su asunción a los cielos: La Virgen María, al final de su vida, fue subida en cuerpo y alma al Cielo.
Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres.
María nos cuida siempre y nos ayuda en todo lo que necesitemos. Ella
nos ayuda a vencer la tentación y conservar el estado de gracia y la
amistad con Dios para poder llegar al Cielo. María es la Madre de la
Iglesia.
Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen María.
María era una mujer de profunda vida de oración, vivía siempre cerca
de Dios. Era una mujer humilde, es decir, sencilla; era generosa, se
olvidaba de sí misma para darse a los demás; tenía gran caridad, amaba y
ayudaba a todos por igual; era servicial, atendía a José y a Jesús con
amor; vivía con alegría; era paciente con su familia; sabía aceptar la
voluntad de Dios en su vida.
Vivir una devoción real y verdadera a María.
Se trata de que nos esforcemos por vivir como hijos suyos. Esto significa:
Mirar a María como a una madre: Platicarle todo lo que nos pasa: lo bueno y lo malo. Saber acudir a ella en todo momento.
Demostrarle nuestro cariño: Hacer lo que ella espera de nosotros y recordarla a lo largo del día.
Confiar plenamente en ella: Todas las gracias que Jesús nos da, pasan
por las manos de María, y es ella quien intercede ante su Hijo por
nuestras dificultades
Imitar sus virtudes: Esta es la mejor manera de demostrarle nuestro amor.
Tratar de no pecar, porque siendo corredentora paga supratemporalmente con dolor por cada pecado nuestro
Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María.
La Iglesia nos ofrece bellas oraciones como la del Ángelus (que se
acostumbra a rezar a mediodía), el Regina Caeli, la consagración a Maria
y el Santo Rosario ante la imagen de la Virgen.
Y
para finalizar, terminamos con las palabras que pronuncio el Papa
Benedicto XVI, el 30 de abril, en el Regina Caelis, haciendo alusión al
mes de mayo, mes de Maria:
“ En los días que siguieron a la resurrección del Señor, los apóstoles permanecieron reunidos, confortados por la presencia de María, y después de la Ascensión, perseveraron junto a ella en oración esperando Pentecostés. La Virgen fue para ellos madre y maestra, papel que sigue desempeñando con los cristianos de todos los tiempos. Cada año, en el tiempo pascual, vivimos más intensamente esta experiencia y quizá precisamente por este motivo la tradición popular ha consagrado a María el mes de mayo, que normalmente cae entre Pascua y Pentecostés.
Por tanto, este mes que comenzamos mañana, nos ayuda a redescubrir el papel maternal que ella desempeña en nuestra vida para que seamos siempre discípulos dóciles y testigos valientes del Señor resucitado.
Fuente: http://parroquiaguadalupe.wordpress.com/
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