Ágape= Amor Incondicional. El amor que se profesa sin esperar nada a cambio.El Amor de Dios.
viernes, 30 de diciembre de 2011
Papa Pablo VI Homilía en Nazaret. 5 de Enero de 1964
"Se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret"
Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento de su Evangelio. Aquí aprendemos a observar, a escuchar, a meditar, a penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencilla, humilde, y encantadora manifestación del Hijo de Dios entre los hombres. Aquí se aprende incluso, quizá de una manera casi insensible, a imitar esta vida...¡Cómo quisiéramos ser otra vez niños y volver a esta humilde pero sublime escuela de Nazaret!; ¡cómo quisiéramos volver a empezar junto a María, nuestra iniciación a la verdadera ciencia de la vida y a la más alta sabiduría de la verdad divina!
Su primera lección es el silencio. Cómo desearíamos que renovará y fortaleciera en nosotros el amor al silencio, este admirable e indispensable hábito del espíritu, tan necesario para nosotros, que estamos aturdidos por tanto ruido, tanto tumulto, tantas voces de nuestra ruidosa y en extremo agitada vida moderna. Silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento y la interioridad, enséñanos a estar siempre dispuestos a escuchar las buenas inspiraciones y la doctrina de los verdaderos maestros; enséñanos la necesidad y el valor de una conveniente formación, del estudio, de la meditación, de una vida interior intensa, de la oración personal que sólo Dios ve. (Mt. 6,6,)
Una lección de vida familiar. Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable; aprendamos de Nazaret lo dulce e irreemplazable que es su pedagogía; aprendamos lo fundamental e incomparable que es su función en el plano social.
Una lección de trabajo, Nazaret la casa «del hijo del carpintero» (Mt.13,55): como quisiéramos comprender más en este lugar la austera pero redentora ley del trabajo humano y exaltarla debidamente; restablecer la conciencia de su dignidad, de manera que fuera a todos patente; recordar aquí, bajo este techo, que el trabajo non puede ser un fin en sí mismo, y que su dignidad y libertad para ejercerlo no provienen tan solo de sus motivos económicos, sino también de aquellos otros valores que lo encauzan hacia un fin más noble. Queremos finalmente saludar desde aquí a todos los trabajadores del mundo y señalarles el gran modelo, al hermano divino, al defensor de todas las causas justas, es decir: a Cristo, nuestro Señor.
Su primera lección es el silencio. Cómo desearíamos que renovará y fortaleciera en nosotros el amor al silencio, este admirable e indispensable hábito del espíritu, tan necesario para nosotros, que estamos aturdidos por tanto ruido, tanto tumulto, tantas voces de nuestra ruidosa y en extremo agitada vida moderna. Silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento y la interioridad, enséñanos a estar siempre dispuestos a escuchar las buenas inspiraciones y la doctrina de los verdaderos maestros; enséñanos la necesidad y el valor de una conveniente formación, del estudio, de la meditación, de una vida interior intensa, de la oración personal que sólo Dios ve. (Mt. 6,6,)
Una lección de vida familiar. Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable; aprendamos de Nazaret lo dulce e irreemplazable que es su pedagogía; aprendamos lo fundamental e incomparable que es su función en el plano social.
Una lección de trabajo, Nazaret la casa «del hijo del carpintero» (Mt.13,55): como quisiéramos comprender más en este lugar la austera pero redentora ley del trabajo humano y exaltarla debidamente; restablecer la conciencia de su dignidad, de manera que fuera a todos patente; recordar aquí, bajo este techo, que el trabajo non puede ser un fin en sí mismo, y que su dignidad y libertad para ejercerlo no provienen tan solo de sus motivos económicos, sino también de aquellos otros valores que lo encauzan hacia un fin más noble. Queremos finalmente saludar desde aquí a todos los trabajadores del mundo y señalarles el gran modelo, al hermano divino, al defensor de todas las causas justas, es decir: a Cristo, nuestro Señor.
jueves, 29 de diciembre de 2011
Hospital San Juan de Dios de Barcelona felicita la navidad y nos pide ayuda.
El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona ha realizado una felicitación de Navidad a través de un video en youtube. Cada visita que reciba hasta finales de febrero contribuye a financiar el programa Hospital Amic (Pallapupas, músicos, profesores,...) del centro, para hacer que la estancia de los niños en el hospital sea un buen recuerdo en el futuro.
Es muy sencillo, sólo hay que pinchar en el enlace darle al play y listo... contabilizarás una visita más, contribuyendo así a la financiación del proyecto.
Y además, si lo consideras oportuno, puedes reenviar este mensaje para que otros puedan colaborar con este acto tan sencillo
lunes, 26 de diciembre de 2011
NUESTROS PADRES PALOTINOS EN SAN ISIDRO
EN HOMENAJE Y AGRADECIMIENTO A NUESTROS PADRES PALOTINOS DE SAN ISIDRO..
HE CREADO UNA PEQUEÑA PAGINA DENTRO DE ESTE BLOG INCLUYENDO INFORMACION ACERCA DE SU PASTOREO Y DE ESTA SOCIEDAD APOSTÓLICA CATOLICA PARA SU MAYOR DIFUSIÓN.
GRACIAS A VUESTRO PASTOREO YO ME CONSIDERO UN LAICO AFORTUNADO POR HABERLOS CONOCIDO Y HABER VUELTO AL CAMINO DEL SEÑOR.
GRACIAS DON JOSE Y GRACIAS PADRE ALEJANDRO.
ALEXIS
LA PAGINA AQUI:
http://agapedios.blogspot.com/p/palotinossociedad-del-apostolado.html
TAMBIEN PUEDEN PINCHAR AL LADO DERECHO DE ESTA WEB DONDE PONE "PALOTINOS"
domingo, 25 de diciembre de 2011
IV MEDITACIÓN DE ADVIENTO DEL PADRE RANIERO CANTALAMESSA
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 25 diciembre 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a nuestros lectores la cuarta meditación de Adviento del padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, realizada el viernes 23 de diciembre en la basílica vaticana de San Pedro, en presencia de Benedicto XVI.
*****
1. Un nuevo destinatario del anuncio
“Prope est iam Dominus: venite, adoremus”: El Señor está cerca: venid adoremos. Iniciamos esta meditación como empieza la Liturgia de las horas en estos días que preceden a la Navidad, de modo que sea también ella parte de nuestra preparación a la solemnidad.
He buscado reconstruir, en la meditación anterior, tres grandes oleadas evangelizadoras en la historia de la Iglesia. Ciertamente, se podrían recordar otros grandes empeños misioneros, como aquel iniciado por San Francisco Xavier en el siglo XVI en Oriente – la India, la China y el Japón-, así como la evangelización del continente africano, en el siglo XIX, a cargo de Daniel Comboni, del cardenal Guillermo Massaia y tantos otros… Hay sin embargo razón más para la elección hecha, la que espero haya surgido del desarrollo de estas reflexiones.
Lo que cambia y distingue las diversas oleadas evangelizadoras de las que hemos hecho memoria, no es el objeto del anuncio –“la fe, que ha sido transmitida a los santos de una vez para siempre”, como lo llama la carta de san Judas-, sino los destinatarios de la misma, es decir, el mundo grecorromano, el mundo bárbaro y el nuevo mundo, o sea el continente americano.
Nos preguntamos entonces: ¿quién es el nuevo destinatario de la cuarta oleada de evangelización en acto hoy? La respuesta es el mundo occidental secularizado y en algunos aspectos postcristiano. Esta especificación que aparecía ya en los documentos del beato Juan Pablo II, se ha vuelto explícita en el magisterio del santo padre Benedicto XVI. En el motu proprio con el cual ha instituido el “Pontificio Consejo para la promoción de la nueva evangelización”, habla de “muchos países de antigua tradición cristiana, que se han vuelto reacios al mensaje evangélico”¹.
En el Adviento del año pasado, traté de indicar aquello que caracteriza a este nuevo destinatario del anuncio, resumiéndolo en tres puntos: el cientificismo, el secularismo y el racionalismo. Tres tendencias que llevan a un resultado común: el relativismo.
De forma paralela a la aparición sobre la escena, de un nuevo mundo por evangelizar, hemos asistido a la vez a la aparición de una nueva categoría de anunciadores: los obispos en los tres primeros siglos (sobre todo en el tercero), los monjes en la segunda oleada y los frailes en la tercera. También hoy asistimos a la aparición de una nueva categoría de protagonistas de la evangelización: los laicos. Evidentemente, no se trata de la sustitución de una categoría por otra, sino de un nuevo componente del pueblo de Dios que se une al otro, permaneciendo siempre los obispos, con el papa a la cabeza, como guías autorizados y responsables en última instancia, de la tarea misionera de la Iglesia.
2. Como la estela de un buque
He dicho que a través de los siglos han cambiado los destinatarios del anuncio, pero no el anuncio mismo. Pero debo precisar mejor esta última afirmación. Es verdad que no puede cambiar lo esencial del anuncio, pero puede y debe cambiar el modo de presentarlo, la prioridad, el punto desde el cual parte el anuncio.
Resumamos el camino recorrido por el anuncio evangélico para llegar hasta nosotros. Hay primero el anuncio hecho por Jesús, que tiene por objeto central una noticia: “Ha llegado a ustedes el Reino de Dios”. A esta etapa única e irrepetible que llamamos “el tiempo de Jesús”, le sigue, después de la Pascua, “el tiempo de la Iglesia”. En él, Jesús no es ya el anunciador, sino el anunciado; la palabra “Evangelio” no significa ya “la buena noticia portada por Jesús", sino la buena noticia sobre Jesús, es decir, que tiene por objeto a Jesús y, en particular, su muerte y resurrección. Esto es lo que significa siempre para san Pablo, la palabra “Evangelio”.
Conviene sin embargo, estar atentos y no separar demasiado los dos momentos y los dos anuncios, aquel de Jesús y el de la Iglesia, o como se viene usando hace tiempo, el “Jesús histórico” del “Cristo de la fe”. Jesús no es solo el objeto del anuncio de la Iglesia, lo anunciado. ¡Ay con reducirlo solo a esto! Significaría olvidar la resurrección. En el anuncio de la Iglesia, es el Cristo resucitado quien, con su Espíritu, sigue hablando; él es también la persona que anuncia. Como dice un texto del concilio: “Cristo está presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es Él quien habla”2.
Partiendo del anuncio inicial de la Iglesia, es decir del kerygma, podemos resumir con una imagen el desarrollo sucesivo de la predicación de la Iglesia. Pensemos en la estela de una nave. Se inicia en un punto, la punta de la proa de la nave, que va ampliándose más, hasta perderse en el horizonte y tocar las dos orillas del mar. Eso es lo que pasó en el anuncio de la Iglesia; comenzó con un extremo: el kerygma “Cristo murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación” (cf. Rom. 4,25; 1 Cor. 15,1-3); y aún más conciso: “Jesús es el Señor” (Hch. 2, 36; Rom. 10,9).
Una primera expansión de esta estela se da con el nacimiento de los cuatro evangelios, escritos para explicar ese eslabón inicial, y con el resto del Nuevo Testamento; después de eso viene la tradición de la Iglesia, con su magisterio, teología, instituciones, leyes y espiritualidad. El resultado final es un inmenso legado que hace pensar justamente en la estela de la nave en su máxima expansión.
A este punto, si se quiere reevangelizar el mundo secularizado, se impone una elección. ¿De dónde empezar? De cualquier punto de la estela, o de la punta? La inmensa riqueza de la doctrina y de las instituciones pueden convertirse en un handicap si queremos presentarnos con eso al hombre, quien ha perdido todo contacto con la Iglesia y ya no sabe quién es Jesús. Sería como ponerle de repente a un niño, una de esas enormes y pesadas capas pluviales de brocado.
Se necesita ayudar a este hombre a establecer una relación con Jesús; hacer con el hombre moderno aquello que hizo Pedro el día de Pentecostés con las treinta mil personas allí presentes: hablarle de Jesús, a quien nosotros hemos crucificado y que Dios lo ha resucitado, llevarlo al punto en que también él, tocado en el corazón, pregunte: “¿Qué hemos de hacer, hermanos?” y nosotros responderemos, como respondió Pedro: “Arrepiéntanse, háganse bautizar si no lo son aún, o confiésense si ya son bautizados”.
Aquellos que responderán al anuncio se unirán, también hoy, como entonces, a la comunidad de los creyentes, escucharán las enseñanzas de los apóstoles y participarán en la fracción del pan; según la llamada y la respuesta de cada uno, podrán apodrarse poco a poco, de todo aquel inmenso patrimonio nacido del kerygma. No se acepta a Jesús por la palabra de la Iglesia sino que se acepta a la Iglesia por la palabra de Jesús.
Tenemos un aliado en este esfuerzo: el fracaso de todos los intentos realizados por el mundo secularizado para sustituir al kerygma cristiano con otros “gritos” y otros “carteles”. Comúnmente presento el ejemplo de la célebre obra del pintor noruego Edvard Munch, titulado El Grito. Un hombre sobre un puente, ante un fondo rojizo y con las manos alrededor de la boca abierta emite un grito que –se entiende inmediatamente-, es un grito de angustia, un grito vacío, sin palabras, solo sonido. Me parece que es la descripción más eficaz de la situación del hombre moderno que, habiendo olvidado el grito lleno de contenido que es el kerygma, debe gritar al vacío su propia angustia existencial.
3. Cristo, contemporáneo nuestro
Ahora, me gustaría tratar de explicar por qué es posible, en el cristianismo, recomenzar, en cada momento, desde el extremo de la nave, sin que esto sea una ficción de la mente o una simple operación de arqueología. El motivo es simple: aquella nave sigue surcando el mar y la estela ¡empieza otra vez desde un punto!
Hay un punto en el cual no estoy de acuerdo con el filósofo Kierkegaard que ha dicho también cosas bellísimas sobre la fe y sobre Jesús. Uno de sus temas preferidos es el de la contemporaneidad de Cristo. Pero él concibe tal contemporaneidad, como un hacernos contemporáneos de Cristo. “Aquel que cree en Cristo –escribe--, está obligado a hacerse su contemporáneo en el abajamiento”3. Su idea es que para creer verdaderamente, con la misma fe exigida a los apóstoles, hay que prescindir de los dos mil años de historia de confirmaciones sobre Jesús y meterse en los zapatos de aquellos a quienes Jesús dirigía la palabra: “Vengan a mí, todos ustedes que están fatigados y sobrecargados, y yo les daré descanso” (Mt. 11,28). ¡Justamente él, un hombre que no tenía una piedra dónde reposar la cabeza!
La verdadera contemporaneidad de Cristo es otra cosa; es Él quien se hace nuestro contemporáneo, porque habiendo resucitado, vive en el Espíritu de la Iglesia. Si nosotros tuviéramos que hacernos contemporáneos de Cristo, sería una contemporaneidad solamente intencional; si es Cristo el que se hace nuestro contemporáneo, es una contemporaneidad real. Según un pensamiento osado de la espiritualidad ortodoxa, “la anamnesis es un recuerdo gozoso que hace el pasado aún más presente hoy de cuando fue vivido”. No es una exageración. En la celebración litúrgica de la Misa, el evento de la muerte y resurrección de Cristo se convierte en algo más real para mí, de cuanto lo fue para aquellos que asistieron de hecho y materialmente al acontecimiento, porque entonces era una presencia “según la carne”, y ahora se trata de una presencia “según el Espíritu”.
Lo mismo sucede cuando uno proclama con fe: “Cristo ha muerto por mis pecados, ha resucitado por mi justificación, él es el Señor”. Un autor del siglo IV escribió: “Para cada hombre, el principio de la vida es cuando Cristo se ha inmolado por él. Pero Cristo se ha inmolado por él en el momento en que él reconoce la gracia y se vuelve consciente de la vida que obtuvo de aquella inmolación”4.
Me doy cuenta de que no es fácil y quizás ni siquiera posible decir estas cosas a la gente, menos aún al mundo secularizado de hoy; más bien es lo que debemos tener bien claro nosotros, evangelizadores, para sacar de él coraje y creer en la palabra del evangelista Juan que dice: “Aquél que está en ustedes es más fuerte que el que está en el mundo”. (1 Jn. 4,4).
4. Los laicos, protagonistas de la evangelización
Decía al inicio que, desde el punto de vista de los protagonistas, la novedad en el periodo moderno de la evangelización son los laicos. Su papel ha sido tratado por el concilio en la “Apostolicam Actuositatem”, por Pablo VI en la “Evangelii Nuntiandi” y por el beato Juan Pablo II en la “Christifidelis Laici”.
Los antecedentes de esta llamada universal a la misión se encuentran ya en el Evangelio. Después del primer envío de los apóstoles a la misión, Jesús, se lee en el evangelio de Lucas, “designó a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir” (Lc. 10,1). Estos setenta y dos discípulos, probablemente eran todos aquellos que el había reunido hasta aquel momento, o al menos todos aquellos que estaban dispuestos a comprometerse seriamente por él. Por tanto, Jesús envía a todos sus discípulos.
He conocido a un laico de los Estados Unidos, un padre de familia que junto a su profesión desarrolla también una intensa evangelización. Es una persona llena de sentido del humor y evangeliza al son de las carcajadas, como sólo los estadounidenses saben hacerlo. Cuando va a un lugar nuevo, empieza diciendo muy serio: “Dos mil quinientos obispos, reunidos en el Vaticano, me han pedido que venga a anunciarles el evangelio”. Naturalmente, la gente siente curiosidad. A continuación, él explica que los dos mil quinientos obispos son los que participaron en el concilio Vaticano II y escribieron el decreto sobre el apostolado de los laicos, en el cual se exhorta a cada laico cristiano a participar de la misión evangelizadora de la Iglesia. Tenía perfecta razón de decir “me lo han pedido”. No son palabras al viento, a todos y a ninguno, están dirigidas de modo personal a cada laico católico.
Hoy conocemos la energía nuclear que se libera de la “fisión” del átomo. Un átomo de uranio viene bombardeado y “partido” en dos por la colisión de una partícula llamada neutrón, liberando en este proceso energía. Se inicia desde allí una reacción en cadena. Los dos nuevos elementos fisionan, es decir, rompen a su vez otros dos átomos, estos otros cuatro y así sucesivamente en miles de millones de átomos; así, al final, la energía “liberada” es enorme. Y no necesariamente es energía destructiva, porque la energía nuclear puede ser usada también para fines pacíficos, a favor del hombre.
En este sentido, podemos decir que los laicos son una especie de energía nuclear de la Iglesia en lo espiritual. Un laico alcanzado por el Evangelio, viviendo junto a otros, puede “contagiar” a otros dos, estos a otros cuatro, y ya que los laicos no son solo algunas decenas de miles como el clero, sino centenares de millones, ellos pueden desempeñar un papel de veras decisivo en la propagación de la luz beneficiosa del evangelio en el mundo.
Del apostolado de los laicos no se ha comenzado a hablar solo con el concilio Vaticano II, se hablaba de ellos ya hacía tiempo. Pero lo que el concilio ha aportado de nuevo en este campo, se refiere al título con el cual los laicos contribuyen al apostolado de la jerarquía. Ellos no son simples colaboradores llamados a dar su aporte profesional, su tiempo y recursos: son portadores de carismas, con los cuales, dice la Lumen Gentium, “son aptos y están prontos para ejercer las diversas obras y tareas que sean útiles para la renovación y la mayor edificación de la Iglesia”5.
Jesús quiso que sus apóstoles fueran pastores de ovejas y pescadores de hombres. Para nosotros, pertenecientes al clero, es más fácil ser pastores que pescadores; es decir, nutrir con la palabra y los sacramentos a aquellos que vienen a la iglesia, que no ir a la búsqueda de los alejados, en los ambientes más dispares de la vida. La parábola de la ovejita extraviada se presenta hoy invertida: noventa y nueve ovejas se han alejado y una ha quedado en el redil. El peligro es pasar todo el tiempo alimentando a la única que quedó y no tener tiempo, también por la escasez de clero, de ir a la búsqueda de las extraviadas. En esto, la aportación de los laicos se revela providencial.
Los llamados movimientos eclesiales postconciliares son una expresión de esta novedad y debemos reconocer que están a la vanguardia en la obra de la evangelización. Muchas conversiones de personas adultas y el retorno a la práctica religiosa de los cristianos nominales, se producen hoy en el ámbito de estos movimientos.
Recientemente, el santo padre Benedicto XVI volvió sobre la importancia de la familia en vista de la evangelización, hablando de un “protagonismo de la familia cristiana” en este terreno. “Y del mismo modo que están en relación el eclipse de Dios y la crisis de la familia, así la nueva evangelización es inseparable de la familia cristiana”6.
Comentando el texto de Lucas, donde se dice que Jesús “designó a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir” (Lc. 10,1), san Gregorio Magno escribe que los manda de dos en dos “porque menos que entre dos no puede haber amor”, y el amor es aquello por lo que los hombres podrán reconocer que somos discípulos de Cristo. Esto vale para todos, pero en modo especial para los padres de familia. Si no pueden hacer nada más para ayudar a sus hijos en la fe, ya sería mucho si, viéndolos, ellos pudiesen decir entre sí: “Mira cómo se aman papá y mamá”. “El amor es de Dios”, dice la Escritura (1 Jn. 4,7) y esto explica por qué, donde sea que haya un poco de amor, allí siempre será anunciado Dios.
La primera evangelización comienza dentro de las paredes de la casa. A un joven que se preguntaba qué cosa debía hacer para salvarse, Jesús le respondió un día: “Anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres…, después ven y sígueme” (Mc. 10, 21); pero a otro joven que quería dejar todo y seguirlo, no se lo permitió, sino le dijo: “Vete a tu casa, con los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti” (Mc. 5,19).
Existe un famoso canto espiritual negro titulado “There is a balm in Gilead” “Hay un bálsamo en Gilead”. Algunas de sus palabras podrían alentar a los laicos, y no solamente a ellos, en la tarea de una evangelización de persona a persona, de puerta a puerta.
Dice así: “If you cannot preach like Peter, if you cannot preach like Paul, go home and tell your neighbor: He died to save us all”. (Si no sabes predicar como Pedro; si no sabes predicar como Pablo, anda a tu casa y diles a tus vecinos: Jesús ha muerto para salvarnos a todos”.
Dentro de dos días será Navidad. Resulta reconfortante para los hermanos laicos, recordar que alrededor de la cuna de Jesús, además de María y José, estaban solo sus representantes, los pastores y los magos.
La Navidad nos trae de nuevo a la punta de la proa que inicia la estela de la nave, porque todo comenzó a partir de allí, de aquel Niño en el pesebre. En la liturgia escucharemos proclamar “Hodie Christus natus est, hodie Salvator apparuit”, “Hoy ha nacido Cristo, hoy apareció el Salvador”. Escuchándolo, recordemos aquello que habíamos dicho de la anamnesis, “que hace el pasado aún más presente de cuando fue vivido”. Sí, Cristo nace hoy, porque él nace de verdad para mí en el momento en el cual reconozco y creo en el misterio. “¿De qué me sirve que Cristo haya nacido una vez de Maria en Belén, si no nace de nuevo por la fe en mi corazón?”; son palabras pronunciadas por Orígenes y repetidas por san Agustín y por san Bernardo7.
Hagamos nuestra la invocación elegida por nuestro santo padre para su saludo natalicio de este año, y repitámosla con todo el anhelo de nuestro corazón: “Veni ad salvandum nos”, “¡Ven, Señor, y sálvanos!”.
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Notas
1 Benedicto XVI, motu proprio “Ubicunque et Semper”.
2 Sacrosanctum concilium, n. 7.
3 S. Kierkegaard, Esercizio del cristianesimo, I, E (L’arresto) (in Opere, a cura di C. Fabro, Firenze 1972, p. 708).
4 Homilía Pascual del año 387 (SCh 36, p. 59 s.)
5 L.G., 12.
6 Benedicto XVI, Discurso a la Plenaria del Consejo Pontificio para la Familia, en “L’Osservatore Romano”, 2 Dicembre, p.8.
7 Orígenes, Comentario al Evangelio de Lucas, 22,3 (SCh. 87, p. 302).
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1. Un nuevo destinatario del anuncio
“Prope est iam Dominus: venite, adoremus”: El Señor está cerca: venid adoremos. Iniciamos esta meditación como empieza la Liturgia de las horas en estos días que preceden a la Navidad, de modo que sea también ella parte de nuestra preparación a la solemnidad.
He buscado reconstruir, en la meditación anterior, tres grandes oleadas evangelizadoras en la historia de la Iglesia. Ciertamente, se podrían recordar otros grandes empeños misioneros, como aquel iniciado por San Francisco Xavier en el siglo XVI en Oriente – la India, la China y el Japón-, así como la evangelización del continente africano, en el siglo XIX, a cargo de Daniel Comboni, del cardenal Guillermo Massaia y tantos otros… Hay sin embargo razón más para la elección hecha, la que espero haya surgido del desarrollo de estas reflexiones.
Lo que cambia y distingue las diversas oleadas evangelizadoras de las que hemos hecho memoria, no es el objeto del anuncio –“la fe, que ha sido transmitida a los santos de una vez para siempre”, como lo llama la carta de san Judas-, sino los destinatarios de la misma, es decir, el mundo grecorromano, el mundo bárbaro y el nuevo mundo, o sea el continente americano.
Nos preguntamos entonces: ¿quién es el nuevo destinatario de la cuarta oleada de evangelización en acto hoy? La respuesta es el mundo occidental secularizado y en algunos aspectos postcristiano. Esta especificación que aparecía ya en los documentos del beato Juan Pablo II, se ha vuelto explícita en el magisterio del santo padre Benedicto XVI. En el motu proprio con el cual ha instituido el “Pontificio Consejo para la promoción de la nueva evangelización”, habla de “muchos países de antigua tradición cristiana, que se han vuelto reacios al mensaje evangélico”¹.
En el Adviento del año pasado, traté de indicar aquello que caracteriza a este nuevo destinatario del anuncio, resumiéndolo en tres puntos: el cientificismo, el secularismo y el racionalismo. Tres tendencias que llevan a un resultado común: el relativismo.
De forma paralela a la aparición sobre la escena, de un nuevo mundo por evangelizar, hemos asistido a la vez a la aparición de una nueva categoría de anunciadores: los obispos en los tres primeros siglos (sobre todo en el tercero), los monjes en la segunda oleada y los frailes en la tercera. También hoy asistimos a la aparición de una nueva categoría de protagonistas de la evangelización: los laicos. Evidentemente, no se trata de la sustitución de una categoría por otra, sino de un nuevo componente del pueblo de Dios que se une al otro, permaneciendo siempre los obispos, con el papa a la cabeza, como guías autorizados y responsables en última instancia, de la tarea misionera de la Iglesia.
2. Como la estela de un buque
He dicho que a través de los siglos han cambiado los destinatarios del anuncio, pero no el anuncio mismo. Pero debo precisar mejor esta última afirmación. Es verdad que no puede cambiar lo esencial del anuncio, pero puede y debe cambiar el modo de presentarlo, la prioridad, el punto desde el cual parte el anuncio.
Resumamos el camino recorrido por el anuncio evangélico para llegar hasta nosotros. Hay primero el anuncio hecho por Jesús, que tiene por objeto central una noticia: “Ha llegado a ustedes el Reino de Dios”. A esta etapa única e irrepetible que llamamos “el tiempo de Jesús”, le sigue, después de la Pascua, “el tiempo de la Iglesia”. En él, Jesús no es ya el anunciador, sino el anunciado; la palabra “Evangelio” no significa ya “la buena noticia portada por Jesús", sino la buena noticia sobre Jesús, es decir, que tiene por objeto a Jesús y, en particular, su muerte y resurrección. Esto es lo que significa siempre para san Pablo, la palabra “Evangelio”.
Conviene sin embargo, estar atentos y no separar demasiado los dos momentos y los dos anuncios, aquel de Jesús y el de la Iglesia, o como se viene usando hace tiempo, el “Jesús histórico” del “Cristo de la fe”. Jesús no es solo el objeto del anuncio de la Iglesia, lo anunciado. ¡Ay con reducirlo solo a esto! Significaría olvidar la resurrección. En el anuncio de la Iglesia, es el Cristo resucitado quien, con su Espíritu, sigue hablando; él es también la persona que anuncia. Como dice un texto del concilio: “Cristo está presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es Él quien habla”2.
Partiendo del anuncio inicial de la Iglesia, es decir del kerygma, podemos resumir con una imagen el desarrollo sucesivo de la predicación de la Iglesia. Pensemos en la estela de una nave. Se inicia en un punto, la punta de la proa de la nave, que va ampliándose más, hasta perderse en el horizonte y tocar las dos orillas del mar. Eso es lo que pasó en el anuncio de la Iglesia; comenzó con un extremo: el kerygma “Cristo murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación” (cf. Rom. 4,25; 1 Cor. 15,1-3); y aún más conciso: “Jesús es el Señor” (Hch. 2, 36; Rom. 10,9).
Una primera expansión de esta estela se da con el nacimiento de los cuatro evangelios, escritos para explicar ese eslabón inicial, y con el resto del Nuevo Testamento; después de eso viene la tradición de la Iglesia, con su magisterio, teología, instituciones, leyes y espiritualidad. El resultado final es un inmenso legado que hace pensar justamente en la estela de la nave en su máxima expansión.
A este punto, si se quiere reevangelizar el mundo secularizado, se impone una elección. ¿De dónde empezar? De cualquier punto de la estela, o de la punta? La inmensa riqueza de la doctrina y de las instituciones pueden convertirse en un handicap si queremos presentarnos con eso al hombre, quien ha perdido todo contacto con la Iglesia y ya no sabe quién es Jesús. Sería como ponerle de repente a un niño, una de esas enormes y pesadas capas pluviales de brocado.
Se necesita ayudar a este hombre a establecer una relación con Jesús; hacer con el hombre moderno aquello que hizo Pedro el día de Pentecostés con las treinta mil personas allí presentes: hablarle de Jesús, a quien nosotros hemos crucificado y que Dios lo ha resucitado, llevarlo al punto en que también él, tocado en el corazón, pregunte: “¿Qué hemos de hacer, hermanos?” y nosotros responderemos, como respondió Pedro: “Arrepiéntanse, háganse bautizar si no lo son aún, o confiésense si ya son bautizados”.
Aquellos que responderán al anuncio se unirán, también hoy, como entonces, a la comunidad de los creyentes, escucharán las enseñanzas de los apóstoles y participarán en la fracción del pan; según la llamada y la respuesta de cada uno, podrán apodrarse poco a poco, de todo aquel inmenso patrimonio nacido del kerygma. No se acepta a Jesús por la palabra de la Iglesia sino que se acepta a la Iglesia por la palabra de Jesús.
Tenemos un aliado en este esfuerzo: el fracaso de todos los intentos realizados por el mundo secularizado para sustituir al kerygma cristiano con otros “gritos” y otros “carteles”. Comúnmente presento el ejemplo de la célebre obra del pintor noruego Edvard Munch, titulado El Grito. Un hombre sobre un puente, ante un fondo rojizo y con las manos alrededor de la boca abierta emite un grito que –se entiende inmediatamente-, es un grito de angustia, un grito vacío, sin palabras, solo sonido. Me parece que es la descripción más eficaz de la situación del hombre moderno que, habiendo olvidado el grito lleno de contenido que es el kerygma, debe gritar al vacío su propia angustia existencial.
3. Cristo, contemporáneo nuestro
Ahora, me gustaría tratar de explicar por qué es posible, en el cristianismo, recomenzar, en cada momento, desde el extremo de la nave, sin que esto sea una ficción de la mente o una simple operación de arqueología. El motivo es simple: aquella nave sigue surcando el mar y la estela ¡empieza otra vez desde un punto!
Hay un punto en el cual no estoy de acuerdo con el filósofo Kierkegaard que ha dicho también cosas bellísimas sobre la fe y sobre Jesús. Uno de sus temas preferidos es el de la contemporaneidad de Cristo. Pero él concibe tal contemporaneidad, como un hacernos contemporáneos de Cristo. “Aquel que cree en Cristo –escribe--, está obligado a hacerse su contemporáneo en el abajamiento”3. Su idea es que para creer verdaderamente, con la misma fe exigida a los apóstoles, hay que prescindir de los dos mil años de historia de confirmaciones sobre Jesús y meterse en los zapatos de aquellos a quienes Jesús dirigía la palabra: “Vengan a mí, todos ustedes que están fatigados y sobrecargados, y yo les daré descanso” (Mt. 11,28). ¡Justamente él, un hombre que no tenía una piedra dónde reposar la cabeza!
La verdadera contemporaneidad de Cristo es otra cosa; es Él quien se hace nuestro contemporáneo, porque habiendo resucitado, vive en el Espíritu de la Iglesia. Si nosotros tuviéramos que hacernos contemporáneos de Cristo, sería una contemporaneidad solamente intencional; si es Cristo el que se hace nuestro contemporáneo, es una contemporaneidad real. Según un pensamiento osado de la espiritualidad ortodoxa, “la anamnesis es un recuerdo gozoso que hace el pasado aún más presente hoy de cuando fue vivido”. No es una exageración. En la celebración litúrgica de la Misa, el evento de la muerte y resurrección de Cristo se convierte en algo más real para mí, de cuanto lo fue para aquellos que asistieron de hecho y materialmente al acontecimiento, porque entonces era una presencia “según la carne”, y ahora se trata de una presencia “según el Espíritu”.
Lo mismo sucede cuando uno proclama con fe: “Cristo ha muerto por mis pecados, ha resucitado por mi justificación, él es el Señor”. Un autor del siglo IV escribió: “Para cada hombre, el principio de la vida es cuando Cristo se ha inmolado por él. Pero Cristo se ha inmolado por él en el momento en que él reconoce la gracia y se vuelve consciente de la vida que obtuvo de aquella inmolación”4.
Me doy cuenta de que no es fácil y quizás ni siquiera posible decir estas cosas a la gente, menos aún al mundo secularizado de hoy; más bien es lo que debemos tener bien claro nosotros, evangelizadores, para sacar de él coraje y creer en la palabra del evangelista Juan que dice: “Aquél que está en ustedes es más fuerte que el que está en el mundo”. (1 Jn. 4,4).
4. Los laicos, protagonistas de la evangelización
Decía al inicio que, desde el punto de vista de los protagonistas, la novedad en el periodo moderno de la evangelización son los laicos. Su papel ha sido tratado por el concilio en la “Apostolicam Actuositatem”, por Pablo VI en la “Evangelii Nuntiandi” y por el beato Juan Pablo II en la “Christifidelis Laici”.
Los antecedentes de esta llamada universal a la misión se encuentran ya en el Evangelio. Después del primer envío de los apóstoles a la misión, Jesús, se lee en el evangelio de Lucas, “designó a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir” (Lc. 10,1). Estos setenta y dos discípulos, probablemente eran todos aquellos que el había reunido hasta aquel momento, o al menos todos aquellos que estaban dispuestos a comprometerse seriamente por él. Por tanto, Jesús envía a todos sus discípulos.
He conocido a un laico de los Estados Unidos, un padre de familia que junto a su profesión desarrolla también una intensa evangelización. Es una persona llena de sentido del humor y evangeliza al son de las carcajadas, como sólo los estadounidenses saben hacerlo. Cuando va a un lugar nuevo, empieza diciendo muy serio: “Dos mil quinientos obispos, reunidos en el Vaticano, me han pedido que venga a anunciarles el evangelio”. Naturalmente, la gente siente curiosidad. A continuación, él explica que los dos mil quinientos obispos son los que participaron en el concilio Vaticano II y escribieron el decreto sobre el apostolado de los laicos, en el cual se exhorta a cada laico cristiano a participar de la misión evangelizadora de la Iglesia. Tenía perfecta razón de decir “me lo han pedido”. No son palabras al viento, a todos y a ninguno, están dirigidas de modo personal a cada laico católico.
Hoy conocemos la energía nuclear que se libera de la “fisión” del átomo. Un átomo de uranio viene bombardeado y “partido” en dos por la colisión de una partícula llamada neutrón, liberando en este proceso energía. Se inicia desde allí una reacción en cadena. Los dos nuevos elementos fisionan, es decir, rompen a su vez otros dos átomos, estos otros cuatro y así sucesivamente en miles de millones de átomos; así, al final, la energía “liberada” es enorme. Y no necesariamente es energía destructiva, porque la energía nuclear puede ser usada también para fines pacíficos, a favor del hombre.
En este sentido, podemos decir que los laicos son una especie de energía nuclear de la Iglesia en lo espiritual. Un laico alcanzado por el Evangelio, viviendo junto a otros, puede “contagiar” a otros dos, estos a otros cuatro, y ya que los laicos no son solo algunas decenas de miles como el clero, sino centenares de millones, ellos pueden desempeñar un papel de veras decisivo en la propagación de la luz beneficiosa del evangelio en el mundo.
Del apostolado de los laicos no se ha comenzado a hablar solo con el concilio Vaticano II, se hablaba de ellos ya hacía tiempo. Pero lo que el concilio ha aportado de nuevo en este campo, se refiere al título con el cual los laicos contribuyen al apostolado de la jerarquía. Ellos no son simples colaboradores llamados a dar su aporte profesional, su tiempo y recursos: son portadores de carismas, con los cuales, dice la Lumen Gentium, “son aptos y están prontos para ejercer las diversas obras y tareas que sean útiles para la renovación y la mayor edificación de la Iglesia”5.
Jesús quiso que sus apóstoles fueran pastores de ovejas y pescadores de hombres. Para nosotros, pertenecientes al clero, es más fácil ser pastores que pescadores; es decir, nutrir con la palabra y los sacramentos a aquellos que vienen a la iglesia, que no ir a la búsqueda de los alejados, en los ambientes más dispares de la vida. La parábola de la ovejita extraviada se presenta hoy invertida: noventa y nueve ovejas se han alejado y una ha quedado en el redil. El peligro es pasar todo el tiempo alimentando a la única que quedó y no tener tiempo, también por la escasez de clero, de ir a la búsqueda de las extraviadas. En esto, la aportación de los laicos se revela providencial.
Los llamados movimientos eclesiales postconciliares son una expresión de esta novedad y debemos reconocer que están a la vanguardia en la obra de la evangelización. Muchas conversiones de personas adultas y el retorno a la práctica religiosa de los cristianos nominales, se producen hoy en el ámbito de estos movimientos.
Recientemente, el santo padre Benedicto XVI volvió sobre la importancia de la familia en vista de la evangelización, hablando de un “protagonismo de la familia cristiana” en este terreno. “Y del mismo modo que están en relación el eclipse de Dios y la crisis de la familia, así la nueva evangelización es inseparable de la familia cristiana”6.
Comentando el texto de Lucas, donde se dice que Jesús “designó a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir” (Lc. 10,1), san Gregorio Magno escribe que los manda de dos en dos “porque menos que entre dos no puede haber amor”, y el amor es aquello por lo que los hombres podrán reconocer que somos discípulos de Cristo. Esto vale para todos, pero en modo especial para los padres de familia. Si no pueden hacer nada más para ayudar a sus hijos en la fe, ya sería mucho si, viéndolos, ellos pudiesen decir entre sí: “Mira cómo se aman papá y mamá”. “El amor es de Dios”, dice la Escritura (1 Jn. 4,7) y esto explica por qué, donde sea que haya un poco de amor, allí siempre será anunciado Dios.
La primera evangelización comienza dentro de las paredes de la casa. A un joven que se preguntaba qué cosa debía hacer para salvarse, Jesús le respondió un día: “Anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres…, después ven y sígueme” (Mc. 10, 21); pero a otro joven que quería dejar todo y seguirlo, no se lo permitió, sino le dijo: “Vete a tu casa, con los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti” (Mc. 5,19).
Existe un famoso canto espiritual negro titulado “There is a balm in Gilead” “Hay un bálsamo en Gilead”. Algunas de sus palabras podrían alentar a los laicos, y no solamente a ellos, en la tarea de una evangelización de persona a persona, de puerta a puerta.
Dice así: “If you cannot preach like Peter, if you cannot preach like Paul, go home and tell your neighbor: He died to save us all”. (Si no sabes predicar como Pedro; si no sabes predicar como Pablo, anda a tu casa y diles a tus vecinos: Jesús ha muerto para salvarnos a todos”.
Dentro de dos días será Navidad. Resulta reconfortante para los hermanos laicos, recordar que alrededor de la cuna de Jesús, además de María y José, estaban solo sus representantes, los pastores y los magos.
La Navidad nos trae de nuevo a la punta de la proa que inicia la estela de la nave, porque todo comenzó a partir de allí, de aquel Niño en el pesebre. En la liturgia escucharemos proclamar “Hodie Christus natus est, hodie Salvator apparuit”, “Hoy ha nacido Cristo, hoy apareció el Salvador”. Escuchándolo, recordemos aquello que habíamos dicho de la anamnesis, “que hace el pasado aún más presente de cuando fue vivido”. Sí, Cristo nace hoy, porque él nace de verdad para mí en el momento en el cual reconozco y creo en el misterio. “¿De qué me sirve que Cristo haya nacido una vez de Maria en Belén, si no nace de nuevo por la fe en mi corazón?”; son palabras pronunciadas por Orígenes y repetidas por san Agustín y por san Bernardo7.
Hagamos nuestra la invocación elegida por nuestro santo padre para su saludo natalicio de este año, y repitámosla con todo el anhelo de nuestro corazón: “Veni ad salvandum nos”, “¡Ven, Señor, y sálvanos!”.
–
Notas
1 Benedicto XVI, motu proprio “Ubicunque et Semper”.
2 Sacrosanctum concilium, n. 7.
3 S. Kierkegaard, Esercizio del cristianesimo, I, E (L’arresto) (in Opere, a cura di C. Fabro, Firenze 1972, p. 708).
4 Homilía Pascual del año 387 (SCh 36, p. 59 s.)
5 L.G., 12.
6 Benedicto XVI, Discurso a la Plenaria del Consejo Pontificio para la Familia, en “L’Osservatore Romano”, 2 Dicembre, p.8.
7 Orígenes, Comentario al Evangelio de Lucas, 22,3 (SCh. 87, p. 302).
LA BONDAD PUEDE MANTENER A FLOTE ESTE MUNDO
SOLO CON UN PEQUEÑO GESTO DE TU PARTE.......EL BIEN QUE HACES PUEDE REGRESAR A TI....MIRA EL VIDEO Y VERAS AL FINAL AL QUE LO COMENZÓ......
CARTAS A DIOS
Película muy aconsejable para ver que se estrena en 13TV esta noche de Domingo 25 de Diciembre a las 9 de la noche, 10 en la Península. Un hermosisimo regalo de ,avidad para todas las familias y para toda persona. Feliz Nacimiento!!
http://m.youtube.com/watch?desktop_uri=%2Fwatch%3Fv%3Dj26MqaVjKPc%26sns%3Dfb&sns=fb&v=j26MqaVjKPc&gl=GB
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sábado, 24 de diciembre de 2011
EL NACIMIENTO...pelicula online
EL NACIMIENTO
VER PELICULA ONLINE: http://es.gloria.tv/ ?media=110222
Historia de una joven llamada María y del designio divino que cambió para siempre su vida y la historia de la humanidad. Relata su vida en Nazaret, su compromiso con su esposo José, la visita del Ángel Gabriel, un embarazo milagroso y el arduo camino al que ella y José tuvieron que hacer frente desde Nazaret hasta Belén para da ...r a luz al hijo de Dios.
TÍTULO ORIGINAL The Nativity Story
AÑO 2006
DURACIÓN 101 min.
PAÍS EE.UU
DIRECTOR Catherine Hardwicke
GUIÓN Mike Rich
MÚSICA Mychael Danna
FOTOGRAFÍA Elliot Davis
REPARTO Keisha Castle-Hughes, Oscar Isaac, Shoreh Aghdashloo, Hiam Abbass, Shaun Toub, Alexander Siddig, Said Amadis, Ciaran Hinds, Sami Samir
PRODUCTORA New Line Cinema
WEB OFICIAL http:// www.thenativitystory.com/
GÉNERO Drama | Biblia. Religión.
FELIZ NAVIDAD
FELIZ NAVIDAD DE LOS ADMINISTRADORES DE ESTE WEB-BLOG
Que el amor del niño Jesus que nace hoy inunde vuestras casas y llene vuestras vidas y las de vuestros familiares con su "amor incondicional"=ágape.
pd:al iniciar video si sale publicidad pincha en omitir..
PREPARACION PARA LA NAVIDAD CON LAS ANTIFONAS "OH"
Anoche el padre Honorio nos predicaba en Adeje la utilización que hace la liturgia de las antifonas "Oh" en estos días previos a Navidad, y lo bueno de recitarlas y meditarlas para que nos preparen para la Navidad. Por eso, aqui las compartimos, Aleluya!!:
17-12
¡Oh Sabiduría que saliste del la boca del Altísimo y alcanzas de un extremo al otro, disponiéndolo todo fuerte y suavemente! Ven a enseñarnos el camino de la prudencia.
18-12
¡Oh Adonai y Guía de la casa de Israel!, que te apareciste a Moisés en el fuego de la zarza ardiendo y le diste la ley en el monte Sinaí: ven a rescatarnos con brazo extendido.
19-12
¡Oh raíz de Isaí que te alzas como bandera de las naciones, ante quien los reyes cerrarán la boca, a quien suplicarán los pueblos! Ven a librarnos, y ya no tardes.
20-12
¡Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie cierra, cierras y nadie abre!: ven y saca al vencido de la casa de la cárcel, al que está sentado en las tinieblas y en la sombra de la muerte.
21-12
¡Oh Oriente, resplandor de la luz eterna y sol de justicia! Ven a iluminar a los que habitan en las tinieblas y en las sombras de la muerte.
22-12
¡Oh Rey de las naciones y Deseado de ellas, Piedra Angular que haces de los dos, uno! Ven y salva al hombre que formaste del barro.
23-12
¡Oh Emmanuel, Rey y legislador nuestro, expectación de las naciones! Ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.
17-12
¡Oh Sabiduría que saliste del la boca del Altísimo y alcanzas de un extremo al otro, disponiéndolo todo fuerte y suavemente! Ven a enseñarnos el camino de la prudencia.
18-12
¡Oh Adonai y Guía de la casa de Israel!, que te apareciste a Moisés en el fuego de la zarza ardiendo y le diste la ley en el monte Sinaí: ven a rescatarnos con brazo extendido.
19-12
¡Oh raíz de Isaí que te alzas como bandera de las naciones, ante quien los reyes cerrarán la boca, a quien suplicarán los pueblos! Ven a librarnos, y ya no tardes.
20-12
¡Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie cierra, cierras y nadie abre!: ven y saca al vencido de la casa de la cárcel, al que está sentado en las tinieblas y en la sombra de la muerte.
21-12
¡Oh Oriente, resplandor de la luz eterna y sol de justicia! Ven a iluminar a los que habitan en las tinieblas y en las sombras de la muerte.
22-12
¡Oh Rey de las naciones y Deseado de ellas, Piedra Angular que haces de los dos, uno! Ven y salva al hombre que formaste del barro.
23-12
¡Oh Emmanuel, Rey y legislador nuestro, expectación de las naciones! Ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.
TESTIMONIOS DE LA ASAMBLEA CARISMATICA EN CANARIAS
Hermana Macarena Díaz:
Muy buenos días a todos mis hermanitos!!!,quisiera decirles que el SEñor es maravilloso, que ayer vivimos un día muy especial en la asamblea, donde el Espíritu Santo se derramo a borbotones!!!, el poder del Señor es inconmensurable!!! Y su GRacia se derrama para toda la Comunidad. Que sigamos perseverantes en la oración, con el cinturon de la VERDAD, con la coraza de la JUSTICIA, con el calzado de la PAZ, el escudo de la FE, el casco de la SALVACION y la espada del ESPIRITU SANTO. Como buen soldado de CRisto. Amén Aleluyaaa
Hermano Javier Guillén:
Buenas noches, hermanos!! Pero una noche a plena Luz del Amor del Señor! Estoy llegando a mi casa despues de la Asamblea Carismatica y la verdad es que todavia no he aterrizado, aunque el Señor no es que nos haya levantado sino que El se abajo a nosotros y lo hemos tocado como que te estoy escribiendo estas palabras. Y con alegria les comparto este mi humilde testimonio de que cuando la Iglesia del Señor alaba a Dios suceden cosas maravillosas! Nada mas empezar la Asamblea el Viernes por la tarde, con las primeras palabras de la animadora de la alabanza, un escalofrio recorrio todo mi cuerpo, y aunque estuvieramos por el norte no se debio tal cosa al frio pues la calima que hemos tenido en el cielo calentaba el lugarn y el Espiritu calentaba nuestros corazones! Luego tambien decir que el Señor siempre sorprende, y me vi sorprendido en una alabanza que movia los corazones hacia nuestro salvador, una alabanza muy fuerte. La predicacion de la homilia del viernes tambien me toco muchisimo, experimente que era el mismo Jesus, a traves de sus instrumentos el que me habia llevado a pasar el fin de semana con El, y asi fue! Bendito Dios! El dia siguiente fue tambien bendicion tras bendicion; las enseñanzas fueron de aquellas con las que el Señor despues de oirlas no te deja volver a ser nunca igual q antes, gracias Señor por amarnos y cuidarnos tanto e ir conformandonos contigo, transformandonos en Ti! Y las oraciones de liberacion que mas puedo decir sino que el Señor que vivia, vive hoy todavia y esta en medio de su pueblo, tocandonos, emocionandonos, trabajando en nosotros como el alfarero como el barro, sanandonos, alli presente!! Me cuesta expresarlo con palabras pero era el Señor alli mismo presente el que estaba liberandonos, amandonos, haciendonos nuevos! Aleluya!!! Estaba el Señor alli abriendo en nosotros espacio de disponibilidad, disponibilidad a lo que El quiera! Me llego mucho una frase de tantas que me tocaron el corazon y que se nos dijo que muchas veces le pedimos al Señor que nos sane pa luego servirle y El nos dice que le sirvamos pa sanarnos, Aleluya! Hermanos, no me quiero alargar, tambien se nos puso el ejemplo de como el Señor convirtio a miles con unos minutos de predicacion de San Pedro pero los apostoles llevaban 10 dias orando, asi q orar mucho y hablar unos minutos. Hoy domingo tambien me toco el Señor con una humilde pero grande para el Señor obra de teatro de unos niños, no pare de llorar, y es que el Señor utiliza sus instrumentos mas sencillos. El Señor nos pide crecimiento, sin miedo y con la libertad que El nos da, crecimiento para nuestro bien y el de su Iglesia, pueblo Santo de Dios, El se va a encargar de todo, tan solo entreguemosle el corazon y busquemos siempre al Señor, el Unico Salvador!! Aleluya, Aleluya y Aleluya!!!
Muy buenos días a todos mis hermanitos!!!,quisiera decirles que el SEñor es maravilloso, que ayer vivimos un día muy especial en la asamblea, donde el Espíritu Santo se derramo a borbotones!!!, el poder del Señor es inconmensurable!!! Y su GRacia se derrama para toda la Comunidad. Que sigamos perseverantes en la oración, con el cinturon de la VERDAD, con la coraza de la JUSTICIA, con el calzado de la PAZ, el escudo de la FE, el casco de la SALVACION y la espada del ESPIRITU SANTO. Como buen soldado de CRisto. Amén Aleluyaaa
Hermano Javier Guillén:
Buenas noches, hermanos!! Pero una noche a plena Luz del Amor del Señor! Estoy llegando a mi casa despues de la Asamblea Carismatica y la verdad es que todavia no he aterrizado, aunque el Señor no es que nos haya levantado sino que El se abajo a nosotros y lo hemos tocado como que te estoy escribiendo estas palabras. Y con alegria les comparto este mi humilde testimonio de que cuando la Iglesia del Señor alaba a Dios suceden cosas maravillosas! Nada mas empezar la Asamblea el Viernes por la tarde, con las primeras palabras de la animadora de la alabanza, un escalofrio recorrio todo mi cuerpo, y aunque estuvieramos por el norte no se debio tal cosa al frio pues la calima que hemos tenido en el cielo calentaba el lugarn y el Espiritu calentaba nuestros corazones! Luego tambien decir que el Señor siempre sorprende, y me vi sorprendido en una alabanza que movia los corazones hacia nuestro salvador, una alabanza muy fuerte. La predicacion de la homilia del viernes tambien me toco muchisimo, experimente que era el mismo Jesus, a traves de sus instrumentos el que me habia llevado a pasar el fin de semana con El, y asi fue! Bendito Dios! El dia siguiente fue tambien bendicion tras bendicion; las enseñanzas fueron de aquellas con las que el Señor despues de oirlas no te deja volver a ser nunca igual q antes, gracias Señor por amarnos y cuidarnos tanto e ir conformandonos contigo, transformandonos en Ti! Y las oraciones de liberacion que mas puedo decir sino que el Señor que vivia, vive hoy todavia y esta en medio de su pueblo, tocandonos, emocionandonos, trabajando en nosotros como el alfarero como el barro, sanandonos, alli presente!! Me cuesta expresarlo con palabras pero era el Señor alli mismo presente el que estaba liberandonos, amandonos, haciendonos nuevos! Aleluya!!! Estaba el Señor alli abriendo en nosotros espacio de disponibilidad, disponibilidad a lo que El quiera! Me llego mucho una frase de tantas que me tocaron el corazon y que se nos dijo que muchas veces le pedimos al Señor que nos sane pa luego servirle y El nos dice que le sirvamos pa sanarnos, Aleluya! Hermanos, no me quiero alargar, tambien se nos puso el ejemplo de como el Señor convirtio a miles con unos minutos de predicacion de San Pedro pero los apostoles llevaban 10 dias orando, asi q orar mucho y hablar unos minutos. Hoy domingo tambien me toco el Señor con una humilde pero grande para el Señor obra de teatro de unos niños, no pare de llorar, y es que el Señor utiliza sus instrumentos mas sencillos. El Señor nos pide crecimiento, sin miedo y con la libertad que El nos da, crecimiento para nuestro bien y el de su Iglesia, pueblo Santo de Dios, El se va a encargar de todo, tan solo entreguemosle el corazon y busquemos siempre al Señor, el Unico Salvador!! Aleluya, Aleluya y Aleluya!!!
viernes, 23 de diciembre de 2011
Tiempo de Navidad y Epifania
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PADRE MARCELO ROSSI-TERCIO BIZANTINO DE NAVIDAD(2ºDIA ORACIÓN)
clika en el enlace para ver video con oración:
PADRE MARCELO ROSSI-TERCIO BIZANTINO DE NAVIDAD(2ºDIA ORACIÓN)
PADRE MARCELO ROSSI-TERCIO BIZANTINO DE NAVIDAD(2ºDIA ORACIÓN)
MISA DEL GALLO EN NOCHEBUENA
Misa del Gallo en Noche Buena, Mañana Sábado, 24 de Diciembre, a las Doce menos Cinco de la Noche, Celebrada con el padre carismático Manolo Marrero en la Iglesia de San Miguel de Abona.
"En el silencio de la noche nos nació el Señor"
Aleluya!!
"En el silencio de la noche nos nació el Señor"
Aleluya!!
EUCARISTIA DE NAVIDAD
EUCARISTIA de NAVIDAD, Mañana Sábado, 24 de Diciembre, a la Una y Cuarto en la Capilla del Aeropuerto sur de Tenerife, Celebrada con el padre Jose Ventura y con hermanos carismáticos. Al terminar la misma, el padre Jose Ventura nos ha conseguido un local en el Aeropuerto para que podamos compartir un ágape con la comida que cada uno llevemos. FELIZ NACIMIENTO!!!
jueves, 22 de diciembre de 2011
MISA DE LUZ.IGLESIA DE GRANADILLA.HORA.6:15
BUENO CHICOS..ADJUNTO FOTOS DE ESTA BONITA EUCARISTIA DE HOY...LA ULTIMA ES MAÑANA A LA MISMA HORA..NOSOTROS REPETIMOS...TE ANIMAS?
miércoles, 21 de diciembre de 2011
RÉQUIEM PARA UN SER QUERIDO
RÉQUIEM PARA UN SER QUERIDO
Silencio y paz.
Fueron llevados al país de la vida.
¿Para que hacer preguntas? Su morada, desde ahora, es el Descanso, y su vestido, la Luz. Para siempre.
Silencio y paz.
¿Qué sabemos nosotros?
Dios mío, Señor de la Historia y dueño del ayer y del mañana, en tus manos están las llaves de la vida y la muerte. Sin preguntarnos, los llevaste contigo a la Morada Santa, y nosotros cerramos nuestros ojos, bajamos la frente y simplemente te decimos: esta bien. Sea.
Silencio y paz.
La música fue sumergida en las aguas profundas, y todas las nostalgias gravitan sobre las llanuras infinitas.
Se acabó el combate. Ya no habrá para ellos lágrimas, ni llanto, ni sobresaltos. El sol brillará por siempre sobre su frente, y una paz intangible asegurará definitivamente sus fronteras.
Señor de la vida y dueño de nuestros destinos, en tus manos depositamos silenciosamente este ser entrañable que se nos fue.
Mientras aquí abajo entregamos a la tierra sus despojos transitorios, duerma su alma inmortal para siempre en la paz eterna, en tu seno insondable y amoroso, oh Padre de misericordia.
Silencio y paz.
Padre Ignacio Larrañaga
En memoria de nuestros familiares y amigos recientemente fallecidos.Hilario Trujillo,Adrian y David.Descansen en Paz
La Gracia de la Humildad
La Gracia de la Humildad
Señor Jesús, manso y humilde.
Desde el polvo me sube y me domina esta
sed insaciable de estima, esta apremiante
necesidad de que todos me quieran. Mi
corazón está amasado de delirios imposibles.
Necesito redención.
Misericordia, Dios mío.
No acierto a perdonar,
el rencor me quema,
las críticas me lastiman,
los fracasos me hunden,
las rivalidades me asustan.
Mi corazón es soberbio. Dame la gracia de la
humildad, mi Señor, manso y humilde de corazón.
No sé de dónde me vienen estos locos deseos de
imponer mi voluntad, eliminar al rival, dar curso
a la venganza. Hago lo que no quiero.
ten piedad, Señor, y dame la gracia de la humildad.
gruesas cadenas amarran mi corazón: este corazón
echa raíces, sujeta y apropia cuanto soy y hago,
y cuanto me rodea. Y de esas apropiaciones me
nace tanto susto y tanto miedo, ¡infeliz de mí,
propietario de mí mismo! ¿ Quién romperá mis
cadenas? ¡Tú gracia, mi señor, pobre y humilde.
¡ Dame la gracia de la humildad...!
La gracia de perdonar de corazón.
La gracia de aceptar la crítica y la contradicción,
ó al menos de dudar de mí mismo cuando me corrijan.
Dame la gracia de hacer tranquilamente la autocrítica.
La gracia de mantenerme sereno en los desprecios,
olvidos e indiferencias; de sentirme verdaderamente
feliz en el silencio y el anonimato; de no fomentar
autosatisfacción de los sentimientos, palabras y
hechos.
Abre, Señor, espacios libres dentro de mí para que
los puedas ocupar Tú y mis hermanos.
en fin, mi Señor Jesucristo; dame la gracia de ir
adquiriendo paulatinamente un corazón desprendido
y vacío como el tuyo; un corazón manso, paciente y
benigno. Cristo Jesús, manso y humilde de corazón,
haz mi corazón semejante al tuyo.
AMEN.
autor: Padre Ignacio Larrañaga
LA LITURGIA BIZANTINA.-Himno Akatistos a la Madre de Dios (siglo VII)
La liturgia bizantina
Himno Akatistos a la Madre de Dios (siglo VII)
«El niño salto de alegría en mi vientre»
Himno Akatistos a la Madre de Dios (siglo VII)
Concibiendo la Virgen a Dios en su seno,
corriendo subió hasta Isabel.
Y su niño, reconociendo al punto el saludo de
María, se alegró, y con saltos a guisa de cantos,
a la Madre de Dios aclamaba:
Salve, sarmiento del inmortal brote.
Salve, heredad de fruto sin defecto.
Salve, cultivas al labrador amigo de los hombres.
Salve, engendras a quien nuestra vida engendra.
Salve, terreno que produce abundancia de misericordias.
Salve, altar que sostiene propiciaciones abundantes
Salve, pues haces brotar un prado de delicia.
Salve, pues preparas un puerto a las almas.
Salve, incienso agradable del sacerdocio.
Salve, reconciliación del universo entero.
Salve, beneplácito de Dios para los mortales.
Salve, ante Dios audacia de los mortales.
¡Salve, virginal Esposa!
En interna galerna de contrarias mociones
el prudente José era agitado.
Amoríos sospecha, sabiéndote casta, oh Intachable.
Más tras saber que tu concepción
viene del Espíritu Santo, dice:
¡Aleluya!
Escucharon los pastores angélicos himnos, en
honor a la venida de Cristo encarnado,
y corriendo como hacia el Pastor
lo contemplan cual cordero sin tacha, apacentado
en el regazo de María,
a quien dijeron cantando himnos:
Salve, Madre del cordero y del pastor.
Salve, aprisco de espirituales ovejas.
Salve, baluarte contra invisibles enemigos.
Salve, entrada de las puertas del Paraíso.
Salve, pues los Cielos con la tierra se alegran.
Salve, pues la tierra con los Cielos danza.
Salve, de los Apóstoles boca que no calla.
Salve, osadía invencible de los Vencedores.
Salve, de la fe firme base.
Salve, esplendorosa señal de la gracia.
Salve, por tí el infierno fue expoliado.
Salve, por tí fuimos revestidos de gloria.
¡Salve, virginal Esposa!
Tras contemplar el singular nacimiento
nos hicimos extraños al mundo, trasportando la
mente hasta el cielo. Pues por este [nacimiento] el
Dios altísimo sobre la tierra fue manifestado como
humilde hombre, queriendo atraer a lo alto a los
que le aclaman:
¡Aleluya!
corriendo subió hasta Isabel.
Y su niño, reconociendo al punto el saludo de
María, se alegró, y con saltos a guisa de cantos,
a la Madre de Dios aclamaba:
Salve, sarmiento del inmortal brote.
Salve, heredad de fruto sin defecto.
Salve, cultivas al labrador amigo de los hombres.
Salve, engendras a quien nuestra vida engendra.
Salve, terreno que produce abundancia de misericordias.
Salve, altar que sostiene propiciaciones abundantes
Salve, pues haces brotar un prado de delicia.
Salve, pues preparas un puerto a las almas.
Salve, incienso agradable del sacerdocio.
Salve, reconciliación del universo entero.
Salve, beneplácito de Dios para los mortales.
Salve, ante Dios audacia de los mortales.
¡Salve, virginal Esposa!
En interna galerna de contrarias mociones
el prudente José era agitado.
Amoríos sospecha, sabiéndote casta, oh Intachable.
Más tras saber que tu concepción
viene del Espíritu Santo, dice:
¡Aleluya!
Escucharon los pastores angélicos himnos, en
honor a la venida de Cristo encarnado,
y corriendo como hacia el Pastor
lo contemplan cual cordero sin tacha, apacentado
en el regazo de María,
a quien dijeron cantando himnos:
Salve, Madre del cordero y del pastor.
Salve, aprisco de espirituales ovejas.
Salve, baluarte contra invisibles enemigos.
Salve, entrada de las puertas del Paraíso.
Salve, pues los Cielos con la tierra se alegran.
Salve, pues la tierra con los Cielos danza.
Salve, de los Apóstoles boca que no calla.
Salve, osadía invencible de los Vencedores.
Salve, de la fe firme base.
Salve, esplendorosa señal de la gracia.
Salve, por tí el infierno fue expoliado.
Salve, por tí fuimos revestidos de gloria.
¡Salve, virginal Esposa!
Tras contemplar el singular nacimiento
nos hicimos extraños al mundo, trasportando la
mente hasta el cielo. Pues por este [nacimiento] el
Dios altísimo sobre la tierra fue manifestado como
humilde hombre, queriendo atraer a lo alto a los
que le aclaman:
¡Aleluya!
MISAS DE LUZ
ESTA SEMANA, DE LUNES A VIERNES, SE CELEBRAN LAS MISAS DE LUZ, COMO PREPARACION A LA NAVIDAD, A LAS 6:15 DE LA MAñANA EN LA IGLESIA DE GRANADILLA DE ABONA Y A LAS 6:30 DE LA MAñANA EN LA IGLESIA DE VILLA DE ARICO
martes, 20 de diciembre de 2011
Ante secularización de la sociedad, Benedicto XVI pide ser firmes en la fe
Ante secularización de la sociedad, Benedicto XVI pide ser firmes en la fe
ROMA, 19 Dic. 11 / 09:20 pm (ACI)
Al recibir a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda y del Pacífico, el Papa Benedicto XVI los animó a vencer el secularismo que amenaza al matrimonio y a la estabilidad de las familias afirmando a los católicos en la fe.
"En este contexto, la lucha por llevar una vida digna de nuestro llamado bautismal,y la abstinencia de las pasiones terrenales que libran una guerra contra nuestras alma, se hace cada vez más difícil.Sin embargo, sabemos que en última instancia, la fe cristiana ofrece una base más segura para la vida que la visión secular, pues es sólo en el misterio del Verbo hecho carne que el misterio del hombre se hace realmente claro", recordó.
El Papa indicó que ante el secularismo, cada vez más frecuente en las sociedades, la fe debe mantener firmes a los cristianos, y lamentó que esta sea "una realidad que tiene un impacto significativo en la incomprensión y en la práctica de la fe católica. Lo cual se ve específicamente en la apreciación debilitado de la sagrada naturaleza del matrimonio cristiano y la estabilidad de la familia".
Recordó que la fe cristiana "se basa en la Palabra hecha carne, Jesucristo", y por tanto, "la nueva evangelización no es un concepto abstracto sino una renovación de una auténtica vida cristiana basada en las enseñanzas de la Iglesia".
Por otro lado, señaló que los Obispos y los sacerdotes están llamados a ser protagonistas en la formulación de esta respuesta de acuerdo a las necesidades locales y las circunstancias en sus distintos países y entre sus poblaciones. Y animó mediante el fortalecimiento de los vínculos visibles de comunión eclesial a crear "un sentido cada vez más fuerte de la fe y la caridad, de modo que aquellos a quienes servís, a su vez, puedan imitar vuestra caridad y ser embajadores de Cristo, tanto en la Iglesia y como en el ámbito civil".
Asimismo, el Santo Padre señaló la importancia de la formación continua en la vida sacerdotal.
"Sabemos que los buenos sacerdotes, sabios y santos son los mejores promotores de las vocaciones al sacerdocio", dijo.
"En un mundo afectado por una ‘profunda crisis de fe’, asegurad también que los seminaristas para reciban una formación completa que les prepare para servir al Señor y el amor a su rebaño según el corazón del Buen Pastor", agregó.
Finalmente, el Santo Padre agradeció a los miles de hombres y mujeres religiosos, de la pastoral, de la catequesis y la educación, de vida contemplativa, y los fieles laicos que difunden la Palabra y son los portadores del bienestar y la salvación de la Iglesia.
Cuidar con celo nuestra fe y el apoyarnos en ella, "sin duda, dará mucho fruto en la viña del Señor", concluyó el Santo Padre.
ROMA, 19 Dic. 11 / 09:20 pm (ACI)
Al recibir a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda y del Pacífico, el Papa Benedicto XVI los animó a vencer el secularismo que amenaza al matrimonio y a la estabilidad de las familias afirmando a los católicos en la fe.
"En este contexto, la lucha por llevar una vida digna de nuestro llamado bautismal,y la abstinencia de las pasiones terrenales que libran una guerra contra nuestras alma, se hace cada vez más difícil.Sin embargo, sabemos que en última instancia, la fe cristiana ofrece una base más segura para la vida que la visión secular, pues es sólo en el misterio del Verbo hecho carne que el misterio del hombre se hace realmente claro", recordó.
El Papa indicó que ante el secularismo, cada vez más frecuente en las sociedades, la fe debe mantener firmes a los cristianos, y lamentó que esta sea "una realidad que tiene un impacto significativo en la incomprensión y en la práctica de la fe católica. Lo cual se ve específicamente en la apreciación debilitado de la sagrada naturaleza del matrimonio cristiano y la estabilidad de la familia".
Recordó que la fe cristiana "se basa en la Palabra hecha carne, Jesucristo", y por tanto, "la nueva evangelización no es un concepto abstracto sino una renovación de una auténtica vida cristiana basada en las enseñanzas de la Iglesia".
Por otro lado, señaló que los Obispos y los sacerdotes están llamados a ser protagonistas en la formulación de esta respuesta de acuerdo a las necesidades locales y las circunstancias en sus distintos países y entre sus poblaciones. Y animó mediante el fortalecimiento de los vínculos visibles de comunión eclesial a crear "un sentido cada vez más fuerte de la fe y la caridad, de modo que aquellos a quienes servís, a su vez, puedan imitar vuestra caridad y ser embajadores de Cristo, tanto en la Iglesia y como en el ámbito civil".
Asimismo, el Santo Padre señaló la importancia de la formación continua en la vida sacerdotal.
"Sabemos que los buenos sacerdotes, sabios y santos son los mejores promotores de las vocaciones al sacerdocio", dijo.
"En un mundo afectado por una ‘profunda crisis de fe’, asegurad también que los seminaristas para reciban una formación completa que les prepare para servir al Señor y el amor a su rebaño según el corazón del Buen Pastor", agregó.
Finalmente, el Santo Padre agradeció a los miles de hombres y mujeres religiosos, de la pastoral, de la catequesis y la educación, de vida contemplativa, y los fieles laicos que difunden la Palabra y son los portadores del bienestar y la salvación de la Iglesia.
Cuidar con celo nuestra fe y el apoyarnos en ella, "sin duda, dará mucho fruto en la viña del Señor", concluyó el Santo Padre.
Comentario al Evangelio de hoy 20/12/11 por:
Prudencio (348- después 405), Poeta en España
«Emerge, dulcis pusio», Extracto del Himno de Navidad «Quid est quod artum circulum»
Muéstrate, dulce infante
Traído al mundo por una casta madre,
Cual niño sin saber de hombre;
Muéstrate, Mediador, en tus dos naturalezas.
Aunque nacido en el tiempo, de la boca del Padre,
Engendrado por su palabra (Lc 1,38),
ya vivías en el seno del Padre (Jn 1,2)
Tú, la eterna sabiduría (1Co 1,24).
Eres la Sabiduría que lo ha creado todo (Pr 8.27),
Cielo, luz y cualquier cosa.
Tú eres la palabra poderosa que ha hecho el universo (Heb. 1,3)
Porque el Verbo es Dios (Jn 1,2).
Habiendo ordenado el curso de los siglos
y fijado las leyes del universo,
Artesano del mundo, el creador,
permaneció en el seno del Padre.
Pero cuando llegó el tiempo
pasados miles de años,
bajaste para visitar
este mundo largo tiempo pecador...
Cristo no pudo soportar la idea
de que los pueblos se perdieran ;
No podía aceptar que la obra de su Padre
se quedara en nada
Se revistió de un cuerpo mortal
con el fin de que la resurrección de nuestra carne
alejara las cadenas de la muerte
y nos condujera hacia el Padre...
¿No sientes, Oh Virgen noble
a pesar de dolorosos presentimientos,
cómo este glorioso nacimiento
acrecienta el brillo de tu virginidad ?
Tu seno purísimo contiene el fruto bendito
Que va ha llenar de alegría a toda criatura.
Por ti nacerá un mundo nuevo.
Aurora de un día reluciente como el oro
Traído al mundo por una casta madre,
Cual niño sin saber de hombre;
Muéstrate, Mediador, en tus dos naturalezas.
Aunque nacido en el tiempo, de la boca del Padre,
Engendrado por su palabra (Lc 1,38),
ya vivías en el seno del Padre (Jn 1,2)
Tú, la eterna sabiduría (1Co 1,24).
Eres la Sabiduría que lo ha creado todo (Pr 8.27),
Cielo, luz y cualquier cosa.
Tú eres la palabra poderosa que ha hecho el universo (Heb. 1,3)
Porque el Verbo es Dios (Jn 1,2).
Habiendo ordenado el curso de los siglos
y fijado las leyes del universo,
Artesano del mundo, el creador,
permaneció en el seno del Padre.
Pero cuando llegó el tiempo
pasados miles de años,
bajaste para visitar
este mundo largo tiempo pecador...
Cristo no pudo soportar la idea
de que los pueblos se perdieran ;
No podía aceptar que la obra de su Padre
se quedara en nada
Se revistió de un cuerpo mortal
con el fin de que la resurrección de nuestra carne
alejara las cadenas de la muerte
y nos condujera hacia el Padre...
¿No sientes, Oh Virgen noble
a pesar de dolorosos presentimientos,
cómo este glorioso nacimiento
acrecienta el brillo de tu virginidad ?
Tu seno purísimo contiene el fruto bendito
Que va ha llenar de alegría a toda criatura.
Por ti nacerá un mundo nuevo.
Aurora de un día reluciente como el oro
EVANGELIZANDO EN INTERNET
"¡Testimoniad la fe a través del mundo
digital! ¡Emplead esas nuevas tecnologías para dar a conocer el Evangelio de
modo que la Buena Nueva del amor infinito de Dios por todos resuene de maneras
diferentes en nuestro mundo cada vez más tecnológico!".
Benedicto XVI.
digital! ¡Emplead esas nuevas tecnologías para dar a conocer el Evangelio de
modo que la Buena Nueva del amor infinito de Dios por todos resuene de maneras
diferentes en nuestro mundo cada vez más tecnológico!".
Benedicto XVI.
lunes, 19 de diciembre de 2011
IV Domingo de Adviento..
IV Domingo
El anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María. Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo que es la Luz del Mundo". Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos reconciliado con Dios y con nuestros hermanos; ahora nos queda solamente esperar la gran fiesta. Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y la alegría que esta cercana celebración representa. Todos los preparativos para la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme propósito de aceptar a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades. Encendemos la cuarta vela color morada, de la Corona de Adviento.
Eucaristia en la capilla a más altura de España....Parque nacional del Teide
Bendito dia el del sábado 17/12/2011.
Luego un compartir en zona recreativa de Las Lajas..
Gustosamente hemos borrado el 4/03/12 algunas fotos de alguien que estaba molesta por verse aqui publicada fotos en la que aparecia.Le pedimos disculpas.
Luego un compartir en zona recreativa de Las Lajas..
jueves, 15 de diciembre de 2011
ESCUDO DE SAN PATRICIO Y OTRAS ORACIONES DE LIBERACIÓN
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