JESUS LLORA CONTIGO
Jesus llora contigo.
Imagínate a ti mismo con las sandalias de Ana al leer o escuchar la primera lectura de hoy. Peninná es cualquier persona en tu vida que dice ser un cristiano pero que se comporta de manera pecaminosa contra ti y que no tiene remordimiento, ni sufre castigo, mes tras mes, año tras año. Mientras tanto, tú has sido un creyente bueno y fiel del Señor, más sin embargo, tus oraciones por un fin a esta dificultad han sido estériles. Tú Peninná ridiculiza tú pureza de fe, arrogantemente te trata como inferior, y no le importan nada tus sufrimientos.
Jesús es tú Elcaná, tu amado esposo. ¿Él te dice, "por qué lloras y estás triste? ¿No soy para ti más que todo lo que deseas"?
Sí lo es, pero su abrazo amoroso y su comprensión compasiva no hacen que se acaben tus penas. Las injusticias continúan. Te preguntas por qué Dios no ha intervenido para cumplir su promesa de ensalzar al débil y humillar al arrogante. Like us on Facebook
En los versos de mañana, nosotros veremos cómo Dios finalmente contesta las oraciones de Ana, pero hoy Ana no sabe si sus penas terminarán algún día. Después de tantos años de soportar los abusos de Peninná y verla recibir grandes bendiciones a pesar de su maldad, Ana tiene razón para estar triste. Sus lágrimas son nuestras lágrimas cuando necesitamos que nuestra propia vida mejore y no sucede así.
En ocasiones como está, no tenemos nada más que al propio Señor para que nos de alivio, satisfacción y paz. El alivio no viene de que nuestras oraciones sean contestadas, sino del Contestador de nuestras oraciones. Por ahora, su respuesta quizás sólo sea, "estoy aquí, mi amado. No estás solo. Lloro contigo".
En esta intimidad esta la salvación que esperamos. En esta intimidad está la victoria que sabemos que debemos esperar, el cumplimiento de las promesas de Dios en las que confiamos. En esta intimidad está la justicia y la liberación que es debida a nosotros. Pero nosotros sólo podemos experimentar esta victoria EN EL. No está en nuestras dificultades- todavía no. ¿Jesús pregunta, "no Soy más para ti que todo lo demás"? Like us on Facebook
La hora más oscura es el momento en que nos sentimos como que queremos darnos por vencidos, pero la Luz de Cristo siempre está aquí, esperando ser descubierta de nuevo. Estamos combatiendo los poderes de la oscuridad que nos hacen sentir desalentados y desanimados. Necesitamos recordar que Dios nunca ignora los gritos de su gente. Jesús ya ha conquistado la oscuridad. No permitas que nadie ni nada te robe esta verdad. Cada dificultad terminará. Cada injusticia será justificada por nuestro Amado Señor.
Pero mientras tanto, encuentra tú alivio en Jesús.
Reflexión de Las Buenas Nuevas
Lunes de la Primera Semana del Tiempo Ordinario
9 de Enero, 2012
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada con permiso bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2010. Para obtener permiso para reenviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2011 por Terry A. Modica
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